'Año nuevo, vida nueva', reza el popular dicho que muchos tienen presente pero pocos se aventuran a cumplir a rajatabla. El príncipe Harry es uno de ellos. Muy consciente del estado de buena esperanza de su esposa, Meghan Markle, el duque de Sussex ha decidido solidarizarse con ella y seguir contagiándose del sano estilo de vida del que ha hecho gala la nuera de Carlos de Inglaterra en los últimos tiempos. Así, después de que el pasado año comenzara a hacer deporte para ponerse en forma de cara a su boda con Meghan, de que dejara a un lado los cigarrillos, los carbohidratos, los alimentos procesados y hasta el alcohol, ahora el príncipe Harry se ha marcado dos nuevos propósitos: suprimir dos alimentos más de su dieta, en claro gesto de solidaridad con su embarazada esposa.
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Según ha avanzado el británico Express, el duque de Sussex ha comenzado 2019 sin probar el café y el té y sustituirlos por el agua mineral sin gas, alternativa mucho más saludable. La decisión de abandonar la cafeína y la teína comienza, sin duda, a verse reflejada en su forma física, al igual que ocurrió el pasado año, cuando justo antes de su boda apareció visiblemente más delgado, concretamente con cuatro kilos menos. Durante el servicio religioso de Navidad en Sandringham, hace unos días, ya se percibió a un príncipe en mejor estado de forma, mucho más esbelto y aparentemente más relajado.
Algo que parecen haber notado sus amigos, según el citado medio. "Ahora su nuevo régimen no lo convierte en el invitado más entretenido de la fiesta, pero está mucho más tranquilo. Teniendo en cuenta que ha sido un bebedor notable desde que era un adolescente, esto es todo un logro. Meghan le ha mostrado que hay otra forma de vivir y él ahora es un gran defensor de estos hábitos. Ahora come bien, no envenena su cuerpo, hace ejercicio, yoga y es mucho más feliz", aseguran.
El príncipe Harry sigue así las máximas de la duquesa de Sussex, quien durante su embarazo ha podido seguir practicando algunas de sus aficiones deportivas, como el yoga y el pilates, aunque enfocándose en ejercicios específicos para reforzar el suelo pélvico, controlar los movimientos, trabajar la flexibilidad, la fuerza y la respiración y fortalecer la musculatura profunda, tal y como reconoce Noe Todea, la entrenadora personal de Pilar Rubio. "Una vez que se sepa que no hay peligro por practicarlo, hace que sean muy adecuados en mujeres que están esperando un bebé", explica, y concluye: "Está más que demostrado que las embarazadas activas tienen partos más cortos y menos dolorosos. Y su recuperación, una vez da a luz, es más fácil".
Con todo, faltan tres meses para que Meghan Markle y el príncipe Harry puedan ver, por fin, la carita de su primer hijo. Se trata de uno de los nacimientos más esperados de este año que comienza y el embarazo, que se anunció tras la boda de Eugenia de York y Jack Brooksbank, ha sido seguido con especial atención durante todo este tiempo. No es de extrañar, teniendo en cuenta que es una de las noticias que más ha alegrado a la Familia Real británica en los últimos doce meses, junto con el nacimiento de Louis de Cambridge o las dos bodas reales de 2018 (una de ellas fue precisamente la de los duques de Sussex).
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