Durante años, el duque de Cambridge y el duque de Sussex han estado el uno al lado del otro como los hermanos que son, han ejercido de bestman de sus respectivas bodas, han superado algunos de los momentos más duros y difíciles de sus vidas como la muerte de su madre, la recordada Diana de Gales, y han compartido risas y confidencias en actos públicos, en los que dejaban clara la buena sintonía y la complicidad existente entre ellos. Nada de esto dejará de ocurrir a partir de la próxima primavera, pero todo tomará un cariz distinto. El príncipe Harry y su hermano ya no formarán parte de la misma oficina, Kensington, y cada uno asumirá un rol bien diferenciado. Se trata de una evolución lógica y natural acorde con el puesto que cada uno ocupa dentro del clan Windsor y con el papel que está destinado a desempeñar.
Los nuevos desafíos a los que se enfrentan los dos hermanos responden a dos motivos. Por un lado, a la distinta responsabilidad que asume cada uno en el seno de la Familia Real británica. Por el otro, al hecho de que ambos han formado sus propias familias y la división de oficinas y de roles tiene sentido y, además, es algo inevitable, tal y como ha recogido The Sunday Times. Cabe recordar que el duque de Cambridge es el segundo en la línea de sucesión al trono británico, por detrás de su padre, el príncipe Carlos de Inglaterra. Será, por tanto, el heredero a la Corona, mientras que su hermano Harry ocupa el sexto puesto en la línea de sucesión. La separación es algo, por tanto, natural y lógica.
El nacimiento del primer hijo de los duques de Sussex, previsto para la próxima primavera, ha propiciado que la división de oficinas y funciones se produzca previsiblemente en esa fecha. Será entonces, tal y como afirma el citado medio británico, cuando se creen dos administraciones independientes, del mismo modo que sucedió en 2009 cuando los dos hermanos dejaron de formar parte de Clarence House -despacho de su padre- y pasaron a gestionar sus responsabilidades desde una nueva oficina, la del Palacio de Kensington.
La ruptura administrativa e institucional de los Duques de Cambridge y de los Duques de Sussex no impedirá que continúen apareciendo juntos en determinados actos públicos ni que dejen de trabajar juntos en ciertos proyectos. En este sentido, The Royal Foundation será el nexo de unión entre las dos parejas, pues seguirán colaborando con este organismo y prestando su apoyo a las distintas organizaciones no gubernamentales que lo componen. También lo será el propio Palacio de Kensington, pues es aquí donde convivirán las dos familias, aunque en viviendas separadas. Mientras los Duques de Cambridge residen en el apartamento 1A junto a sus tres hijos, George, Charlotte y Louis, Meghan Markle y el príncipe Harry continúan en el apartamento 1 la vida común que iniciaron en la modesta casa de Nottingham Cottage.
Así es la nueva casa de Meghan y Harry