El viaje de los Duques de Sussex por Australia está siendo inolvidable. El pasado 15 de octubre el Palacio de Kensignton anunciaba la noticia más esperada por muchos: Los Duques están esperando su primer hijo para la primavera de 2019. Minutos después veíamos a la feliz pareja llegar a Sidney, la primera etapa de su visita oficial a Oceanía, que durará hasta el 31 de octubre y que los llevará a visitar las naciones de la Commonwealth de Australia, Nueva Zelanda, Fiji y Tonga, en el que es su primer gran tour tras su boda. En esta nueva etapa de su viaje al otro lado del mundo, el príncipe Harry y Meghan han inaugurado el memorial Anzac y han acudido al lugar donde todo empezó: los juegos Invictus.
Fue en estos juegos, creados por el Duque de Sussex para veteranos de guerra lisiados, cuando Harry y Meghan se dejaron ver en público por primera vez como pareja. Fue en septiembre del año pasado en Canadá, país donde residía la exactriz estadounidense, donde aparecieron de la mano y se sentaron juntos. Relajados, cómplices y derrochando amor, fue la antesala del anuncio de su compromiso al que le sucedió su boda, el pasado 19 de mayo, en la capilla de San Jorge del Castillo de Windsor.
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Ahora, en su mejor momento y más ilusionante, cuando en unos meses verán cumplido su sueño de convertirse en padres, los Duques han vuelto a inaugurar esta iniciativa tan importante para el nieto de Isabel II de Inglaterra. Llegaron en barco y el príncipe fue el primero en desembarcar, para luego ayudar a su flamante esposa a abandonar la embarcación. Siempre atento y caballeroso, Harry volvió a deleitarnos con otras fotos románticas de esta gira oficial por las antípodas que se ha convertido en la “otra” luna de miel del matrimonio. Ella con blazer blanca pantalones negros y camisa de los Juegos, la misma que la de su marido.
Después, se vio a la pareja disfrutando de la entrega de medallas a los ganadores de los Invictus y se vio al Príncipe ensayando su discurso para la ceremonia de apertura. En una imagen que ha compartido el Palacio de Kensington se ve como Harry practica sobre el escenario ante la atenta mirada de Meghan, en un discurso que parece dirigirse a ella, sin duda, su mejor público. Meghan también acudió a la ceremonia de inauguración que tuvo lugar en la Ópera de Sidney. Muy guapa, con un vestido azul marino, uno de sus colores favoritos de las últimas semanas no dejó de agarrar a su marido durante gran parte de la ceremonia.