Desde que el pasado 19 de mayo se dieran el 'sí, quiero', Harry y Meghan no habían tenido ocasión de visitar Sussex, pero ahora ha llegado el momento de que lo hagan juntos. Los Duques han realizado su primera visita oficial al condado que da nombre al título nobiliario que la reina Isabel II les concedió al convertirse en marido y mujer, y por eso esta cita ha tenido un significado muy especial para ellos. Sussex, que se encuentra al sur de Inglaterra, les ha recibido como se esperaba: saliendo a la calle para darles una calurosa bienvenida y mostrarles todo su cariño. No todos los días se tiene la oportunidad de ver a miembros de la realeza paseando por sus calles.
Llegaron minutos antes de las 12:00 (hora española) a su primera parada, Chichester, donde realizaron un recorrido a pie y saludaron a la multitud que abarrotó los alrededores de West Street. Los niños y los perros fueron los grandes protagonistas de este 'baño de masas' en el que el matrimonio mostró su cercanía y naturalidad. Harry y Meghan se detuvieron en varias ocasiones y no tuvieron problema en arrodillarse para charlar con los más pequeños, que estaban muy emocionados con su visita.
Según ha publicado la prensa inglesa, alrededor de 1.000 personas les recibieron coreando sus nombres y ondeando banderas del Reino Unido. "Tengo muchas ganas de verles porque creo que son una gran pareja, una bocanada de aire fresco", dijo la Sra. Menzies, tal y como recoge el periódico Daily Mail. Honor Pennant, de Hampshire, tuvo la suerte de poder entregarle a la Duquesa el bonito ramo que había hecho con dalias blancas y romero recogidos de su propio jardín. "Me gusta Meghan, creo que es muy alegre", aseguró.
Otra de las anécdotas del día la protagonizó el hijo de Carlos de Inglaterra junto a un grupo de estudiantes de la Westbourne House School, que reconocieron que se habían saltado la clase de Latín para poder ir a verles. "¡Eso es fantástico!", bromeó Harry, que les recordó que: "La educación es importante". Los niños, que llevaban el uniforme del colegio de color gris y rojo, les regalaron una guía de la 'A a la Z' para ayudarles en su visita a Sussex. "Para que sepáis dónde ir, dónde comer, qué hacer... ¡Y al final os interrogaremos!", le dijo al Príncipe su profesora, Charlotte Sleep, según publica Daily Mail. "¡Genial!", respondió Harry. "Es posible que vayan a Chichester, Bognor y Brighton, pero queríamos mostrarles que hay muchos otros lugares que, con suerte, podrán visitar la próxima vez", añadió.
Después, han visitado Edes House, un edificio histórico que alberga una de las dos únicas copias manuscritas de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos que hay en todo el mundo, conocida con el nombre de Declaración de Sussex. La otra copia se encuentra en el Museo de los Archivos Nacionales, ubicado en el centro de Washington. "Estamos tan emocionados", reconoció a un periódico local Louise Goldsmith, líder del Consejo del Condado de West Sussex, que añadió: "Este exquisito documento, tan meticulosamente escrito y, sin duda con mucho amor, posee un sentido de la historia que es difícil de explicar".
Tras firmar en el libro de visitas, el Duque y la Duquesa han puesto rumbo a la costa, concretamente a la ciudad de Bognor Regis, donde han sido los encargados de inaugurar de manera oficial el Parque de Tecnología Digital e Ingeniería de la Universidad de Chichester. Se trata de un parque tecnológico de vanguardia que "se ha diseñado para ofrecer experiencias prácticas en asociación con la industria local". "Es una parte muy importante de la regeneración de Bognor Regis, una ciudad moderna que ofrece oportunidades de artes creativas y tecnológicas para los jóvenes", aseguró Goldsmith.
Hacia las 15:00 horas han abandonado West Sussex y han viajado a lo largo de la costa hasta Brighton, en East Sussex. Harry y Meghan han visitado el icónico Royal Pavilion, que fue construido en la década de 1780 por el rey Jorge IV de Inglaterra. Teléfonos móviles, cámaras de fotos, regalos, aplausos... han sido recibidos como si fueran dos estrellas de cine, demostrando que levantan pasiones allá a donde van y dejándonos espectaculares imágenes para el recuerdo.
Han recorrido varias estancias y han aprendido un poco más acerca de la historia de esta antigua residencia real que se encuentra en el corazón de la ciudad. Después, han conocido de primera mano la labor de la Survivors' Network, una organización benéfica que apoya a las víctimas de abusos sexuales. La pareja se ha reunido con algunos de los usuarios que reciben ayudas por parte de la asociación, además de voluntarios y miembros del personal. Allí, una vez más, han demostrado que continúan viviendo una luna de miel, pues sus gestos de cariño han sido constantes, así como sus miradas de complicidad y su buen humor con todos los miembros de la organización.
De hecho, la duquesa de Sussex no podía evitar reírse a carcajadas al recibir un divertido detalle del centro, un dibujo enmarcado de uno de sus perros hecho por el artista Henry James Garrett, quien estaba haciendo un doctorado en Filosofía antes de abandonarlo por motivos de ansiedad, y en el que se podía leer: "¿Quién es un buen chico? ¿Quién es un buen chico?" mientras que la respuesta decía: "Un niño que hace todo lo posible por desmantelar el patriarcado (teniendo en cuenta las intersecciones y otras formas de opresión)". Meghan se mostró encantada de recibir el regalo y señaló las "pequeñas pecas" a su esposo Harry, que se mostró sorprendido y sugirió que el dibujo puede representar al otro perro de Meghan, Guy: "Nadie ha visto a nuestro perro".
Su último acto ha sido una visita al Centro Juvenil JOFF, en la ciudad costera de Peacehaven. Se trata de un centro comunitario que ofrece diferentes actividades, un área de descanso y sala de música. Allí se han encontrado con jóvenes de East Sussex para escuchar sus planes e iniciativas que quieren llevar a cabo en pro de la salud mental y el bienestar emocional.
Para esta visita histórica, la Duquesa ha optado por un look perfectamente combinado en verde y beige, un dúo cromático que ya había llevado otras veces. Sin embargo, en esta ocasión, un detalle confirmaba su amor por la moda: un bolso con lista de espera que han llevado mujeres con tanto estilo como Amal Clooney. Lo combinó con una blusa verde de & Other Stories y una falda de piel de Hugo Boss, además de un abrigo de Armani y unos stilettos de ante, ambos en un beige muy claro, y varias joyas doradas de estética minimalista.
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Además, Meghan fue fiel a su estilo y se decantó por un beauty look en el que apostó por su maquillaje favorito, con la piel muy natural, ojos enmarcados en negro, máscara de pestañas, un toque de colorete rosado y labial nude.