Los Duques de Sussex han regresado al trabajado y lo han hecho, una vez más, volcados en diferentes causas benéficas. En esta ocasión, el príncipe Harry ha hecho de perfecto anfitrión con Meghan en lo que es su primera gala benéfica en los Premios WellChild, a la que el nieto de Isabel II lleva asistiendo desde 2007. La pareja llegaba tan radiante como siempre y muy emocionados. La Duquesa escogía para la ocasión un traje en color negro con el que ponía en evidencia que ella no quería ser la protagonista del acto.
Este evento anual en el que se celebra la valentía demostrada por los jóvenes gravemente enfermos de Reino Unido, ha mostrado la faceta más humana del matrimonio, que tras ser recibidos por las personalidades de la organización, han podido mantener una charla con los pequeños. Sentados a su lado y sonrientes, el duque y la duquesa de Sussex conocían las historias de los ganadores de los Premios WellChild. Así, charlaban con Matilda, que a sus siete años sufre espina bífica y parálisis de cuerpo para abajo, aunque su sueño es ser enfemera cuando sea mayor; McKenzie, que a sus cuatro años ha aprendido de nuevo a hablar, tragar, comer, beber y volver a moverse tras sufrir un virus que lo dejó paralizado; o Cameron, de 16 años, el cual nació con una rara distrofia muscular y pasó sus primeros tres años en el hospital.
Tras conocer a todos los protagonistas, los duques de Sussex asistirán a una ceremonia repleta de estrellas, donde el Príncipe Harry presentará el premio a la historia más inspiradora y pronunciará un discurso.
El hijo de Diana de Gales y Carlos de Inglaterra es patrón de esta organización que permite que los niños y jóvenes con necesidades de salud excepcionales sean atendidos en su hogar en lugar del hospital. Su invaluable apoyo ha tenido a lo largo de los años un gran impacto a la hora de aumentar la conciencia y mejorar la calidad de vida de los niños con enfermedades graves, así como las de sus familias.
Los felices recién casados regresaron la semana pasado al trabajo tras disfrutar de unas vacaciones en agosto, donde Meghan pudo visitar Toronto y a sus grandes amigos. En un acto benéfico más, el príncipe Harry y Meghan asistían a la presentación especial de la obra teatral Hamilton, donde vieron el espectáculo juntos antes de reunirse con el elenco. En el mes de octubre, el matrimonio realizará su primera gira por el extranjero juntos y viajarán a Australia, Nueva Zelanda, Fiji y Tonga.