A muchos pilló por sorpresa la presencia del matrimonio Clooney en la boda de los duques de Sussex. El actor de Hollywood y la abogada británica pusieron la guinda a un listado de invitados que fue la mezcla perfecta entre Hollywood y la realeza. Semanas después trascendió que Amal Clooney y Meghan Markle habían intensificado su amistad desde que la duquesa se instaló en el Reino Unido. Sin embargo, cuando está a punto de cumplirse el 21 aniversario de la muerte de Diana de Gales, recordamos la conexión poco conocida pero directa de George Clooney y la princesa.
Inolvidable por trágico fue ese verano de 1997 que comenzó con el asesinato de Gianni Versace y terminó con la muerte en accidente de tráfico de Diana de Gales, lo que no muchos recuerdan, ya que además en ese momento George Clooney no era la estrella que es ahora, sino el médico guapo de la serie ER (Urgencias), que fue él quien se encargó de romper una lanza en los Estados Unidos a favor de la Princesa.
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Fue tres días después del fallecimiento de Diana y en plena oleada de indignación por las técnicas utilizadas por los tabloides cuando George Clooney convocó una rueda de prensa en la oficina del Screen Actors Guild en Los Ángeles. El actor, que ese mismo año se metería en el papel de Batman, dio las gracias a los reporteros presentes y comenzó dejando claro que no era sobre él de quien iba a hablar, sino sobre la Princesa.
“La princesa Di (se dirigió a ella de esta forma poco habitual ya que normalmente era Lady Di, princesa Diana o Diana de Gales) ha muerto, ¿a quién podemos pedirle explicaciones? ¿Al conductor del coche? ¿A los paparazzi? ¿O las revistas que convierten a los fotógrafos en cazarecompensas?”, dijo Clooney en un discurso que se puede ver, aunque solo en parte, en el documental La historia de Diana, que actualmente está en Netflix.
Clooney no lo dudó y dijo nombres y apellidos. El actor se dirigió directamente al entonces editor del National Enquirer, Steve Cox, y a todos los que en ese momento se declaraban inocentes pero que días antes del fallecimiento de la Princesa llevaban portadas con titulares de dudoso gusto sobre las facetas más íntimas de la vida de Diana. El actor, combativo desde los inicios de su carrera con el derecho a la intimidad, se sumó de esta forma a las muchas de las voces de personajes conocidos y también ciudadanos anónimos que desde el Reino Unido pedían justicia para su princesa. “Ahora desviáis la responsabilidad, ahora os laváis las manos… Me pregunto cómo podéis dormir por las noches. Deberíais sentir vergüenza”, concluye Clooney, quien años después terminaría tejiendo una amistad con el príncipe Harry. Es más, acaba de trascender que este mes de agosto los dos matrimonios y los mellizos Clooney, Alexander y Ella, veranearon juntos en la casa que el actor tiene en el lago Como, Italia.
Se cumplen veintiún años de la muerte de la Princesa, el Jardín Blanco del Palacio de Kensington sigue acumulando primaveras en su honor y los príncipes Guillermo y Harry ya han verbalizado en público lo que les costó superarlo, todo ello con el fin de ayudar a otros jóvenes que atraviesen una situación similar. Los mismos británicos que lloraron la muerte de la Princesa de Gales y sintieron el dolor de los dos príncipes adolescentes que caminaron cabizbajos pero con entereza tras el féretro de su madre, vibraron con entusiasmo al ver al carismático Harry encontrar la felicidad junto a Meghan. Es esta felicidad y la alegría de los nietos que Diana nunca conoció, de momento George, Charlotte y Louis, lo que marca esta nueva era, una era en la que conservan a esas voces amigas que se llegaron en el momento más delicado.