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El último proyecto inmobiliario del que todo el mundo habla en Londres viene a decir que con dinero todo es posible, incluso vivir al lado de los duques de Cambridge, Sussex, Kent o la princesa Eugenia de York. Entre 2 millones (2.239.594 millones de euros) y 30 millones de libras (unos 33 millones de euros) es lo que hay que pagar para despertarse cada mañana en frente de Kensington Gardens.
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Park Modern ha sido calificado como el “desarrollo residencial más prestigioso de Londres” y creará en una ubicación privilegiada un total de 57 viviendas, siendo 55 apartamentos y 2 Mews Houses, la construcción emblemática de Londres que se construía entre los siglos XVIII y XIX como cabellerizas para las élites de la época georgiana y victoriana y que han sido remodeladas para las élites de hoy en día sin perder el encanto de antaño.
Según Contruction Enquirer, el proyecto del desarrollador londinense del sector de lujo, Fenton Whelan, costará unas 450 millones de libras (más de 503 millones de euros) y las obras comenzarán en octubre, tras la demolición de los edificios, y durarán tres años.
Las imágenes que ha facilitado la promotora revelan una llamativa fachada, un vestíbulo a doble altura, amplias terrazas, baños de mármol, acabados de lujo, piscina y espectaculares vistas panorámicas de la capital británica, todo ello a metros del Palacio de Kensington, la residencia oficial de los nietos de la Reina de Inglaterra.
Una de las grandes bazas que tiene esta propiedad es, además de los vecinos reales, el acceso al gran pulmón verde del centro de Londres: Hyde Park al este y Kensington Gardens al oeste. Dos parques que en realidad son uno solo y que suponen uno de los espacios de recreo de los londinenses. Hay quien asegura que por aquí salía a hacer deporte Meghan cuando todavía no había anunciado de forma oficial su compromiso con Harry, un compromiso que precisamente tuvo lugar en el Palacio de Kensington, concretamente en el Jardín Blanco de Diana de Gales.