Los duques de Sussex fueron los grandes protagonistas del torneo de polo celebrado en el Royal Country of Berkshire Polo Club, en Windsor, a beneficio de Sentebale, la ONG que el príncipe Harry puso en marcha en memoria de su madre para ayudar a los niños afectados por el VIH en Lesoto y Botsuana. Sin embargo, hubo otra pareja que causó casi tanta sensación como ellos: el polista argentino Nacho Figueras y su mujer, Delfina Blaquier.
El príncipe Harry y el deportista argentino tienen una larga amistad, de hecho el matrimonio Figueras estuvo entre los invitados a la boda de los duques de Sussex. Ignacio ''Nacho'' Figueras, de 41 años, es uno de los cien mejores polistas del mundo (tiene un hándicap de seis sobre diez) y, según The New York Times, es el ''David Beckham'' del polo, ya que logró popularizar ese elitista deporte en Estados Unidos.
La broma de Nacho Figueras, amigo del príncipe Harry, sobre el beso de los Duques de Sussex
Nacho desciende del coronel Artemio Gramajo, edecán y mano derecha del presidente argentino Julio Argentino Roca. De hecho, uno de sus hijos se llama Artemio en honor a su ilustre antepasado. Como tantos otros hijos de ingenieros agrónomos, Nacho se crio en el campo, a las afueras de Buenos Aires, y comenzó a jugar al polo con solo nueve años. A los 17 ya era un profesional. A finales de la década de 1990, el famoso fotógrafo de moda Bruce Weber lo descubrió en una cena en los Hamptons y lo convirtió en uno de los modelos más cotizados de Ralph Lauren. Durante muchos años, el deportista argentino compaginó su carrera como polista de élite y embajador de la marca de ropa americana.
''Fue amor a primera vista''. Así definió Nacho su primera impresión sobre su mujer, Delfina Blaquier. Comenzaron a formar su familia cuando eran muy jóvenes: él tenía 22 años, ella, 19. Delfina pertenece a una de las dinastías más distinguidas de Argentina y a una verdadera saga de mujeres bellas y elegantes. La conexión de los Blaquier con la familia real británica se remonta a los años 60 del siglo pasado. Su abuela, Magdalena Nelson de Blaquier, una de las grandes damas de Buenos Aires, era amiga del Duque de Edimburgo y en los 70 recibió al consorte de la Reina de Inglaterra en La Concepción, la espectacular finca familiar.
Ahora, los Figueras son una de las parejas más chic del panorama internacional. El matrimonio y sus cuatro hijos, Hilario, Aurora, Artemio y Alba, viajan por todo el mundo recorriendo el circuito de polo profesional, que incluye Palm Beach, los Hamptons, Aspen, Londres, Sotogrande y, por supuesto, Buenos Aires.
Fue precisamente el polo lo que unió a Nacho y el príncipe Harry. Pero ahora los une algo mucho más fuerte que el deporte o la amistad: la solidaridad. El deportista argentino ha jugado numerosos torneos benéficos con el hijo de Carlos de Inglaterra en Estados Unidos, Inglaterra y Brasil. En abril de 2013, el duque de Sussex nombró a su amigo embajador de Sentebale, la ONG que creó en memoria de su madre, Diana de Gales, para asistir a los niños que sufren los efectos del VIH en África.
Nacho está muy involucrado en el proyecto. ''Como padre, siempre es difícil ver a niños que están sufriendo por problemas de salud o pobreza. Puedo sentir y ver como Sentebale está ayudando y cambiando la vida de esos niños'', dijo cuando lo nombraron embajador.
Los Figueras son un gran apoyo para Harry y Meghan. ''Es maravilloso que Enrique haya encontrado a alguien con quien pasar el resto de su vida. Él es muy feliz'', comentó Nacho en junio, durante un partido de polo en Nueva York. ''Comparten muchos intereses y tienen el mismo amor por el trabajo filantrópico y la familia, así que estoy muy feliz de que haya encontrado a alguien como ella''. Delfina también ha hablado sobre los duques de Sussex: ''Sé que ahora Harry es más feliz. Ha encontrado a su amor. Puedes ver que la quiere de verdad por cómo la mira. Te derrite el corazón. Va a ser un gran marido y esperemos que un buen padre pronto. Me siento muy feliz por él. Se lo dije y sonrió''.