¡Un mimo, por favor! Harry y Meghan en el recibimiento oficial que aún no habíamos visto
Los duques de Sussex se encuentran con el Presidente irlandés, la Primera Dama y sus dos perros, los protagonistas de la mañana
A pie de pista en el aeropuerto, con un desfile militar, con más o menos honores… tipos de recibimientos oficiales hay muchos y cada país brinda a los representantes extranjeros el que considera según la costumbre. Sin embargo, el recibimiento oficial de este miércoles durante el segundo día de viaje oficial a Irlanda de los duques de Sussex es toda una novedad solo apta para amantes de los perros como Meghan.
El príncipe Harry y la duquesa de Sussex - Meghan con un vestido de Roland Mouret que recordaba a su último vestido de soltera- llegaron a las 9:30 (hora local) a Áras an Uachtaráin, la residencia oficial del presidente, un palacio ubicado en el parque Fénix, al norte de Dublín, para encontrase con el mandatario y con su mujer, Sabina Higgins. Lo que no sabían los duques es que se iban a encontrar además con otra pareja más interesada en conseguir una caricia que en que la foto oficial saliera bien.
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Los dos perros del Presidente, Shadow y Brod, no dudaron en recibir a Harry y a Meghan como solo ellos saben: con unos buenos lametazos y mucho cariño. Los duques de Sussex tampoco escatimaron en mimos con estos dos pastores de Berna, la raza favorita de Higgins y una pasión que le conecta directamente con la Duquesa, ya que si ella rescató a Guy y Bogart de una vida sin hogar cuando era actriz y vivía en Canadá, el Presidente hizo lo mismo con Shadow que se quedó sin casa cuando sus dueños emigraron en busca de trabajo en el año 2012. Desde entonces esta pareja canina se ha convertido en toda una celebridad nacional y hacen las delicias de grandes y pequeños en las visitas a la residencia.
El nieto de la Reina de Inglaterra y su mujer firmaron en el libro de visitas en la Sala de Recepción del Estado y luego dieron un paseo por los jardines de la residencia para tocar la Campana de la Paz, erigida hace diez años para conmemorar el Acuerdo de Belfast. Por su puesto, el paseo fue guiado por los dos perros, encantados de tener compañía en su jardín y de que los invitados estuvieran tan dispuestos a prestarles atención.
Deporte, cultura y humor en la siguiente cita en la agenda
No es frecuente que un recibimiento oficial tenga lugar a las 9:30 de la mañana pero tampoco lo es el volumen de actos a los que están asistiendo los duques de Sussex en los últimos días. Así que tras un nuevo cambio de ropa, algo más informal pero igual de estudiado, la pareja puso rumbo al parque Croke, sede de la Asociación Atlética Gaélica.
Harry y Meghan, que caminó con soltura con los tacones encima del césped, al más puro estilo WAG, disfrutaron de una exhibición de deportes gaélicos tradicionales como el hurling, el camogie o el rounders, y además aprovecharon para charlar con los jugadores y con aquellos miembros de la comunidad que trabajan para conservar esta herencia cultural.
Después de su encuentro con el deporte, lo duques de Sussex continuaron su segundo día en Dublín con una visita al Trinity College, la biblioteca que es un orgullo nacional y en donde está expuesto de forma permanente el Book of Kells (Libro de Kells también conocido como el Gran Evangeliario de San Columba), un manuscrito ilustrado con motivos ornamentales, realizado por monjes celtas hacia el año 800 en Kells, un pueblo de Irlanda.
Este fue el momento en el que los recién casados disfrutaron de un paseo de unos 20 minutos por Parliament Square, en donde había cientos de irlandeses que habían desafiado la lluvia (algunos tapados con plásticos) para saludar al nieto de la Reina de Inglaterra y a su mujer. Entonces llegó un nuevo baño de masas, las flores para Meghan, los apretones de mano y los regalos, uno de ellos pillo a Harry por sorpresa.
Tal y como ha contado Chloe Mullins, de 19 años, al Mirror, cuando el Príncipe vio el dibujo que había hecho a partir de una de las fotografías oficiales que la pareja se tomó en Frogmore House con motivo de su compromiso dijo con humor: "Creo que me has puesto más pelo". "Cuando Meghan se acercó, él le dijo: 'Mira esto, ¿qué opinas?'. Entonces Meghan dijo:'¡Guau!' y me dio las gracias", explica la artista al citado medio. La anécdota de la joven no termina aquí ya que cuenta que alabó a Meghan su soltura para caminar sobre los históricos adoquines de una de las plazas principales de Dublín, a lo que la Duquesa respondió: "¡Lo estoy intentando!".
El Famine Memorial, las desgarradoras esculturas que recuerdan la hambruna que castigó el país mediados del siglo XIX y que costó la vida a más de un millón de habitantes; el Epic Museum, dedicado a la emigración irlandesa; y DogPatch Labs, dedicado a impulsar las empresas emergentes del país, completan la visita oficial de dos días de los duques de Sussex a Irlanda.