Isabel II, ausente de última hora por enfermedad del acto en el que Angelina Jolie acaparó todas las miradas
La soberana, de 92 años, se sentía indispuesta
Isabel de Inglaterra se ha visto obligada a faltar a un compromiso oficial en el último momento, uno de los pocos en tantos años, y el Palacio de Buckingham ha confirmado que la razón de su ausencia no era otra que "una indisposición". La Casa Real británica dio a conocer en una declaración oficial la baja de la soberana apenas unos minutos antes de que comenzara el servicio religioso en la Catedral de San Pablo para conmemorar el segundo centenario de la Orden de San Miguel y San Jorge, un acto al que sí asistió Angelina Jolie y en el que, como era de esperar, sin la competencia de la reina Isabel, Gran Maestra de la Orden, acaparó todas la miradas.
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Angelina se convirtió sin quererlo en la protagonista del evento con un vestido gris pálido de Ralph & Russo con guantes y tocado a juego, poniendo la pincelada personal con un broche dorado y un bolso en tono plateado. No es la primera vez que la actriz de 43 años se codea con la realeza, a pesar de que no estuvo en el enlace de Harry y Meghan el pasado 19 de mayo. En 2014, la reina Isabel le impuso el título de Dama Honorífica por sus servicios a la política de Asuntos de Exteriores del Reino Unido y por sus campañas para tratar de poner fin a la violencia sexual en las zonas de guerra, evento para el que escogió un conjunto similar en tonos grises.
La protagonista de Maléfica está viviendo en Londres con sus hijos por el rodaje de la secuela de la película de Disney, que según hemos podido ver en redes sociales, comenzó en el mes de mayo. El segundo film de la conocida historia cuenta con Michelle Pfeiffer como nueva adición al reparto, en el que ya están Angelina, que también es productora, y Elle Fanning.
Ante la ausencia de la Reina en el servicio religioso el Duque de Kent acudió en representación de la monarca como siempre que se lo pide su prima. Todo apunta a que esta vez recibió el encargo de Isabel II a causa de un leve resfriado de verano, para el que, por ahora, Su Majestad no ha requerido atención médica, y que lo más probable es que no le impida viajar a Windsor este jueves por la tarde para pasar allí el fin de semana, tal y como estaba planificado.
La Reina de Inglaterra ha disfrutado de buena salud en los últimos años. La última vez que se vio obligada a cambiar su estricto horario debido a una enfermedad fue en la Navidad de 2016, cuando tanto ella como su marido, el Duque de Edimburgo, se vieron obligados a hacer reposo por un fuerte resfriado. Viajaron a Sandringham un día después de lo previsto y en su helicóptero privado en lugar del tradicional tren para celebrar las fiestas anuales, pero la reina Isabel no pudo asistir al servicio religioso del Día de Navidad, la primera vez en 28 años, pese a todos los esfuerzos.