El hipódromo real de Ascot presenció hace unos días el reencuentro público entre la Reina de Inglaterra y Sarah Ferguson. Isabel II compartió con su ex nuera sonrisas, bromas y momentos de complicidad que marcan un antes y un después en la relación de la ex mujer del príncipe Andrés con la Familia Real británica. Estas imágenes anuncian una nueva era en la que lejos quedan los escándalos que alejaron a “Fergie” de los Windsor.
Después de casi dos décadas en la que Sarah Ferguson no compartía ningún acto en público con miembros de Familia Real que no fueran su ex marido o sus dos hijas, un “castigo” por las polémicas protagonizadas, la duquesa de York ha regresado con discreción pero por todo lo alto, es decir, compartiendo "escenario" con la Reina.
Y ahora que todos vuelven a hablar de Sarah Ferguson... ¿Qué escándalos la separaron de los Windsor?
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Sarah Ferguson fue invitada por la soberana al último día de carreras en el circuito real de Ascot. Aunque no participó en la tradicional procesión de carruajes con la que los Windsor hacen su flamante entrada en el hipódromo, sí disfrutó de la jornada muy de cerca. Junto al príncipe Andrés y a su hija mayor, Beatriz de York, Sarah Ferguson vivió con un entusiasmo evidente la llegada de Isabel II, a la que recibió con su reverencia más esmerada. "Gran día con mi familia", escribió la propia duquesa de York en su cuenta de Instagram compartiendo la imagen en la que está riéndose con el príncipe Andrés.
La Reina, que llegó acompañada por su sobrino, David Armstrong-Jones, el único hijo de la princesa Margarita, le devolvió el saludo con la mano y juntas estuvieron compartiendo sonrisas, en presencia de la princesa Beatriz, en el palco que está reservado para los Windsor y en el que es bien recibida la ex mujer del príncipe Andrés. Es cierto que no es la primera vez que Sarah Ferguson es invitada a este palco, ya que desde hace cuatro años recibe invitación para vivir las carreas con su ex, sus hijas y las parejas de estas, sin embargo, sí es la primera vez que vuelve compartir este espacio con la Reina. Las dos habían coincidido en público en contadas ocasiones, por ejemplo en el funeral de Margaret Thatcher.
Este paso, sumado a la presencia de Sarah Ferguson en la boda del príncipe Harry y Meghan Markle, parece indicar que de cara a la próxima boda de Eugenia de York y Jack Brooksbank, el 12 de octubre en Windsor, va a reinar una armonía total. En ese sentido, hay que recordar que nada más conocerse el compromiso los medios británicos calificaron de "incómodo" el posible encuentro entre Sarah Ferguson y el duque de Edimburgo, con el que la prensa del país dice que la relación es helada desde hace décadas, y se preguntaban si esto añadirá más complejidad a la boda real a la hora de elaborar, entre otras cosas, el seating plan.
Poco a poco parece que los lazos familiares se vuelven a afianzar, unos lazos que nunca se han roto entre el príncipe Andrés y su exmujer, que han mantenido una muy buena amistad después del divorcio, hasta el punto de comprar juntos un chalet en Suiza para sus vacaciones y las de sus hijas. Sarah Ferguson no ha dudo en varias ocasiones de alabar al hijo de la Reina de Inglaterra como padre y como marido, alguna vez incluso ha dicho que la culpa del final de su matrimonio fue toda suya. Resumiendo su historia de amor, Sarah Ferguson se casó con el príncipe Andrés en 1986, tuvieron a las princesas Beatriz y Eugenia, se separaron en 1992 y finalmente se divorciaron en 1996. Tras su boda se decía que la pelirroja era la nuera favorita del duque de Edimburgo, sin embargo, los medios británicos recuerdan que la relación entre ella y el marido de la Reina de Inglaterra es muy fría desde hace décadas.