Un año más, los más pequeños de la Familia Real británica se han convertido, esta vez con el permiso de la debutante Meghan Markle, en los otros protagonistas del tradicional desfile militar Trooping the colour que se celebra cada junio para conmemorar el cumpleaños oficial de la reina Isabel II de Inglaterra. La presencia de George y Charlotte de Cambridge -hijos de los Duques de Cambridge- era, como la de su tía la duquesa de Sussex, muy esperada en el balcón del Palacio de Buckingham, y no ha defraudado pues, una vez más, su espontaneidad, simpatía y naturalidad han deleitado a todos los presentes y han amenizado este acontecimiento tan importante para la familia Windsor.
Meghan Markle debuta con los Windsor en el tradicional desfile militar
Con ellos se encontraban sus primas, Savannah e Isla, hijas de Peter y Autumn Philips, que al igual que los príncipes George y Charlotte han estado en todo momento muy pendientes de la exhibición castrense aérea. Tan sólo ha faltado el hijo pequeño de los Duques de Cambridge, Louis, quien solo tiene un mes y medio de vida -nació el pasado 23 de abril en el hospital St. Mary de Paddington-, de ahí que sus padres hayan decidido dejarle en casa esta vez.
George y Charlotte de Cambridge, dos adorables hermanos mayores
Los cuatro primos -George, Charlotte, Savannah e Isla- han disfrutado tanto del desfile de este sábado que prácticamente no han cerrado la boca al paso de los aviones de la Fuerza Real Aérea, señalando y haciéndose todo tipo de gestos mientras se mostraban de lo más ilusionados. Sus reacciones, risas y divertidas expresiones no han pasado inadvertidas para las cámaras, que han captado su emoción, así como algunas anécdotas que han protagonizado en este acto oficial.
En un momento dado, Charlotte de Cambridge se ha tropezado con el estrado -colocado expresamente en el balcón a fin de que los más pequeños pudieran presenciar perfectamente la exhibición- y ha sufrido un pequeño traspiés. Tras el resbalón, la pequeña se ha aferrado muy disgustada a su madre sin querer seguir disfrutando del desfile, a juzgar por el semblante y actitud que ha mostrado. En ese momento, la duquesa de Cambridge ha decidido coger en brazos a su hija con el objetivo de calmarla. Minutos después, Charlotte regresaba al suelo y, ahora sí, decidida a prestar atención de nuevo a la exhibición.
Otra de las anécdotas protagonizadas por los más pequeños de la Casa Real británica ha tenido lugar en el momento en el que sonaba el himno. George, muy animado, parecía querer entonar alguna de las estrofas cuando Savannah se ha apresurado rápidamente a tapar la boca de su primo, muy seria y responsable, tratando de que se mantuviera callado y sin dejar impresionarse por el príncipe, mientras este miraba al frente con una sonrisa pícara y divertida, un gesto que suele caracterizar algunas de sus apariciones públicas.