La suya es, tal vez, la reaparición más esperada en el balcón del Palacio de Buckingham. Meghan Markle, duquesa de Sussex, debuta este sábado en uno de los eventos más importantes del año para la Familia Real británica: el tradicional desfile militar de Trooping the colour que se celebra cada año desde 1748 en honor de la reina Isabel II de Inglaterra y que marca su cumpleaños oficial -la otra celebración por los 92 años de la Soberana tuvo lugar el pasado mes de abril y Meghan acudió al concierto organizado en su honor-. En medio de una gran expectación, la novia real del año ha hecho acto de presencia junto a su familia política tras su boda con el príncipe Harry y su viaje de novios, del que acaban de regresar.
Meghan Markle, invitada estrella en el concierto por el cumpleaños de Isabel II
Con su habitual sonrisa y sentada en el carruaje junto a su marido, la reaparición de Meghan Markle ha despertado un enorme interés, tanto por ser la primera en un acto oficial con los Windsor al completo desde su enlace, como por la elección de su estilismo. Para la ocasión, la duquesa de Sussex ha elegido un diseño de Carolina Herrera en rosa empolvado con el característico escote Bardot y pamela a juego de Phillip Treacy. Además, complementaba su look con un clutch blanco y dorado, modelo Insignia Metropolitan de CH Carolina Herrera. Por su parte, la Reina de Inglaterra, que ha acudido sin su marido, el duque de Edimburgo, ha optado por un conjunto azul cielo, muy conjuntada por cierto con su nuera, la duquesa de Cornualles, y con la duquesa de Cambridge. Estas, además, han compartido medio de transporte y tono azul bebé en sus looks. La esposa del príncipe Guillermo se ha decantado en concreto por un vestido de escote cuadrado y tocado a juego.
Las duquesas de Cambridge y Sussex: solo una ha llevado el mejor vestido de novia
Meghan Markle y su curiosa coincidencia de estilo con la Duquesa de Cambridge en la misma noche
En cuanto al resto de miembros de la Familia Real británica, el príncipe de Gales y el duque de Cambridge han llegado a caballo. Carlos de Inglaterra, como coronel de los guardias galeses. Por su parte, Eugenia de York, la siguiente en pasar por el altar el próximo mes de octubre en el Castillo de Windsor, ha lucido un vestido en color verde hierba con pamela blanca con detalles de hojas en tonos verdes. Ha viajado en el mismo carruaje que su hermana Beatriz, con un look rosa palo y tocado burdeos, su tía, Sophie Rhys-Jones, condesa de Wessex, quien ha elegido un diseño en color fucsia combinado con un tocado marfil, y su prima Lady Louise, hija de los condes de Wessex. Todas ellas, muy sonrientes, han llegado al Palacio de Buckingham para unirse al resto de miembros de su familia.
Ya en el balcón, los duques de Sussex, la duquesa de Cambridge y el resto de Windsor han sido testigos de la llegada de la Reina tras el desfile. Todos ellos la han recibido, a su paso, con una reverencia. Minutos después la Familia Real, esta vez al completo, ha salido al balcón para saludar y terminar de presenciar el desfile aéreo, que han disfrutado mucho los más pequeños de la casa, especialmente Charlotte y George de Cambridge.
El duque de Sussex ya lució anillo el jueves
El príncipe Harry ya se había dejado ver este jueves por la noche en una cena de gala benéfica en Kensington en la que ejerció de perfecto anfitrión y en la que, por cierto, dejó ver su anillo de casado, una decisión que no comparte con su hermano, el duque de Cambridge. El hijo mayor del príncipe de Gales, que en 2016 se convirtió en uno de los protagonistas del desfile de Trooping the colour por la regañina que se llevó de parte de su abuela, optó en su día por no lucirlo en su mano. El año pasado, los que acapararon todas las miradas y atenciones fueron los más pequeños de la casa, concretamente los príncipes George y Charlotte de Cambridge, que pusieron la nota de alegría al evento con su simpatía, tal y como han vuelto a hacer en esta ocasión.
George y Charlotte de Cambridge, dos adorables hermanos mayores
Esta vez, Meghan Markle ha sido quien ha protagonizado el considerado como uno de los actos más fastuosos de la monarquía británica. No en vano, es la primera vez que presencia este desfile castrense que se remonta al momento en el que los regimientos del ejército británico desfilaban con sus banderas de diversos colores, allá por el siglo XVII. Pero el reinado mediático de la duquesa de Sussex no terminará este fin de semana con su saludo desde el balcón del palacio de Buckingham.
La próxima semana tiene previsto un acto oficial con la propia Isabel II a casi 300 kilómetros de Londres. Será en Cheshire, donde inaugurarán un nuevo puente en el Catalyst Science Discovery Centre y asistirán a la apertura de un recinto de teatros y cines. Dos eventos a los que ambas llegarán en el tren oficial de la Reina, un medio de transporte reservado únicamente para los miembros más antiguos de la Familia Real y al que Meghan tendrá acceso, tal y como ha desvelado la prensa británica, en un hecho sin precedentes para la duquesa de Sussex.