Mágica, romántica, colosal… Pocas bodas reales podrían superar el final feliz de cuento de hadas de los Duques de Sussex. Admiradores de la pareja de todo el mundo vivieron el 19 de mayo pendientes de los novios y se rindieron definitivamente al amor y evidente ilusión con la que intercambiaron los votos en una preciosa ceremonia en el Castillo de Windsor. Pero, por imposible que ahora nos pueda parecer, la abultada audiencia de los 11,5 millones de personas que permanecieron atentos sin pestañear al 'sí, quiero' de los hoy recién casados no alcanzó la de otros enlaces de la Familia Real británica. Todavía un tercio más de seguidores acompañaron al hermano del príncipe Harry, heredero del Heredero al trono británico, en sus nupcias con Kate Middleton. Aproximadamente 17,6 millones sintonizaron televisores, ordenadores, tabletas y móviles para asistir a la boda real del Duque y la Duquesa de Cambridge en 2011.
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Muchos dirán que es normal, que el puesto que ocupa el novio en la línea de sucesión al trono influye en la mayor o la menor popularidad de su gran día. Por eso tal vez resulte más impactante el sorpasso del enlace de los Condes de Wessex. La boda del año del Duque y la Duquesa de Sussex no ha podido atraer a tantos entusiastas como la del príncipe Eduardo, hijo pequeño de la reina Isabel y tío del príncipe Harry, que cerró el milenio pasado con repiques de campanas por todo el reino tras casarse en junio de 1999 con Sophie Rhys Jones. Su enlace cautivó a nada menos que a 14,8 millones de espectadores. Las nuevas cifras, recientemente publicadas por Barb, son datos firmes. Incluyen a los que vieron en directo la boda real y a todos aquellos que la grabaron y la vieron hasta siete días después.
Como la mayoría de los miembros de la Familia Real británica, los Duques de Cambridge siguieron la tradición y se casaron el 29 de abril en la abadía de Westminster. Su gran día fue una gran aventura, compartida con alrededor de 1.900 asistentes a la ceremonia religiosa y unos 600 invitados al banquete de bodas en el Palacio de Buckingham, organizado por la Reina. Alrededor de 300 de los amigos y familiares más cercanos de los Duques tuvieron el privilegio de quedarse a cenar. Los Duques de Sussex quisieron compartir el día más feliz de sus vidas, en el recinto interior del Castillo de Windsor, con 2.640 personas anónimas. Un total de 600 invitados asistieron a la ceremonia religiosa en la engalanada capilla de St. George, mientras que solo 200 familiares cercanos y amigos íntimos brindaron por su felicidad en la recepción de por la noche en la residencia de Frogmore House.
Las bodas reales tienen fama de ser uno de los eventos televisivos más vistos del año, pero 2018 puede ser diferente. Los datos de la boda real de los Duques de Sussex, los 11,5 millones de espectadores computados, podrían ser superados el próximo mes por las audiencias de los partidos de la selección de fútbol de Inglaterra en la Copa del Mundo. A lo largo del año Strictly Come Dancing de BBC, la versión inglesa de Bailando con las estrellas de TVE, o I'm a Celebrity… Get Me Out Of Here! (Soy famoso… ¡Sácame de aquí!) de ITV podrían batir su marca y acercarse a los 12 millones de espectadores. Pero nada comparado con la boda reina de los Windsor. La mayor audiencia televisiva del Reino Unido en un enlace de la realeza se registró en julio de 1981. Se estima que 28 millones de personas vieron al príncipe Carlos dar el sí a Lady Diana Spencer. Por algo pasó a la posteridad como la boda del siglo, aparte de la fecha.