De perro de refugio a alteza canina: la mascota de Meghan desata su propio fenómeno
Guy también ha protagonizado un cuento de hadas y si viaja o no con la Reina quizá tardaremos en descubrirlo
La historia de una actriz estadounidense que termina por convertirse en Princesa y en la nueva “joya” de la Corona británica es buena, pero hay otra casi casi mejor. La de como un perro, al que estuvieron a punto de sacrificar, pasa de vivir en un refugio canino a un palacio. Sí, la vida da muchas vueltas y el perro de Meghan Markle es un buen ejemplo de ello. El mundo se rinde (y las redes sociales son testigo) ante la nueva alteza canina.
Igual que la nueva duquesa de Sussex, Guy está viviendo su propio cuento de hadas. Fue el propio centro de adopción el que contó cómo en el año 2015 Guy fue encontrado deambulando por un monte de Kentucky, Estados Unidos. Allí el destino, a días de su sacrificio, le trajo su primer golpe de suerte: una organización canadiense se lo llevó para buscarle un hogar en un evento de adopción.
El resto de la historia es conocida, la ahora mujer del príncipe Harry, que promovía activamente la adopción animal desde sus redes sociales durante sus años de actriz, se lo llevó a su casa de Toronto. Allí Guy ya comenzó a vivir “a cuerpo de rey”. Pero en un nuevo giro del destino la historia de amor protagonizada por su dueña ha hecho que termine viviendo en el Palacio de Kensington y, según algunos, compartiendo asiento con la propia Reina de Inglaterra, quien precisamente el pasado mes de abril se despedía de su querido corgie Willow después de catorce años de fiel amistad.
Si bien Willow podía presumir de cierto “pedigrí real”, por eso de que descendía de Dookie, la mascota que el rey Jorge VI regaló a su hija siendo una niña y que despertó en ella ese amor a esta raza que ha estado criando hasta hace muy poco ; Guy, con un pasado de perro callejero, le ha cogido el relevo y está demostrando que él también puede ser una mascota “real”.
Hay que recordar que los perros de Meghan tuvieron incluso su parte de protagonismo durante la entrevista que dio la pareja con motivo de su compromiso oficial. “Tengo dos perros desde hace tiempo, a ambos los rescaté cuando eran cachorros. Uno (Bogart) se está quedando con unos amigos muy cercanos y mi otro pequeñito está aquí, está en Reino Unido desde hace un tiempo”, afirmó Meghan refiriéndose a Guy. “Esperemos que se adapte bien”, dijo Mishal Husain, presentadora estrella de la BBC y quien se encargó de hacer a la pareja una entrevista que fue televisada por todos los canales del Reino Unido. “Creo que está bien”, afirmó la entonces prometida de Harry y hoy Alteza Real.
Las imágenes tomadas un día antes de la boda de los duques de Sussex del vehículo de la Reina saliendo del Palacio de Buckingham con una pequeña cabeza peluda asomando por el cristal es una muestra de ello. Incluso el propio centro de rescate canadiense, Dog’s Dream Rescue, celebró esta imagen del “Royal Beagle”. “Parece que se ha hecho un hueco en el corazón de la Reina ¿No está nada mal para un antiguo perro de refugio?”, escriben en sus redes sociales, en las que incluso bromean con las opciones de Guy para aprovechar su nueva posición y “dominar el universo”.
Otros se han enzarzado en la discusión sobre si el compañero de asiento de Isabel II es Guy o Candy, uno de los dorgies de la Reina y elegido junto al fallecido Willow para ese retrato oficial que Annie Leibovitz le tomó con motivo de su 90ª cumpleaños precisamente en el Castillo de Windsor. Juzguen ustedes mismos pero lo cierto es que si el “efecto Meghan” o la “Meghanmania” es un hecho, Guy puede presumir de despertar su propio fenómeno. No ha faltado quien desde las redes sociales le ha creado su primer retrato oficial (a partir de uno de Henry II) e incluso le han inventado un título: Su Majestad Guy Mountbatten Windsor, Señor de Kensington y Protector de Beagles. Si domina el mundo, habrá que verlo.