Un día antes de San Valentín y cuando faltan 95 días para su boda, el príncipe Harry ha puesto rumbo a Escocia para presentar allí a su prometida: Meghan Markle. La pareja ha llegado a Edimburgo con una apretada agenda y con la misión de que el mayor número posible de ciudadanos pueda conocer a la futura princesa de la familia Windsor.
Si la última vez fue el turno de Gales, este martes ha sido otra de las cuatro naciones constitutivas del Reino Unido (Escocia, Gales, Inglaterra e Irlanda del Norte) la que ha recibido la visita de la pareja en lo que parece ser una gira de presentación en toda regla de la futura mujer de Harry, que –como era previsible- se vistió con una abrigo de tartán, de la firma Burberry. El tejido asociado tradicionalmente con Escocia fue lucido por Diana de Gales en muchas de sus visitas a Escocia y también en otras ocasiones con cuadros y colores distintos.
Esta vez sin los retrasos que desbarataron el programa en la ciudad de Cardiff (Gales), el nieto de la Reina y la exactriz nacida en Los Ángeles comenzaron su visita en la atracción más visitada de Escocia: el Castillo de Edimburgo. En su icónica explanada desde temprano se congregaron cientos de personas, aunque el termómetro no subía de los 4º y el cielo amenazaba con lluvia, y allí la pareja fue recibida con aplausos y con los acordes de la banda de la Marina Real, cuerpo del que el príncipe Harry es Capitán General desde la retirada de su abuelo, el Duque de Edimburgo, el pasado diciembre.
El reloj apremiaba pero la pareja se ha tomado el tiempo necesario para saludar, momento en el que se ha podido ver la pasión de Meghan Markle por los animales y se mostró muy cariñosa con un perrito que se encontraba en primera fila y que también vestía "a la escocesa". La ex actriz tuvo que dejar atrás a uno de sus perros, a Bogart, en su nueva vida en el Reino Unido, aunque sí pudo traerse a Guy, tal y como ella misma reveló en la entrevista que dio el día de su compromiso. En ese momento no pasó por alto que Meghan Markle utilizó en la entrevista la palabra “rescatar” para referirse a sus perros y así aprovechó un momento en el que todos los ojos están puestos en ella para hacer visible una causa en la que siempre ha sido muy activa: la adopción de animales. Cruachan IV, la mascota del regimiento Real de Escocia, se ha sumado al recibimiento luciendo los mismos cuadros que la prometida del Príncipe y ha recibido una buena dosis de mismos, sobre todo por parte de Harry ya que Meghan ha guardado las distancias con el poni de las Shetland, una de las razas más pequeñas que existen, originario de las islas Shetland, situadas al noroeste de Escocia.
A la una en punto los prometidos tenían una cita con una de las tradiciones más destacadas de la ciudad: el One o’clock Gun. Cada día, excepto los domingos, el día de Navidad y el Viernes Santo, a esa hora se dispara un cañón desde el castillo. Una costumbre que se remonta al siglo XIX. Fue en 1853 cuando en lo alto de Calton Hill (una hermosa colina que cuenta con varios monumentos) se instaló una bola del tiempo en la parte superior de la torre con el fin de indicar a los marineros la llegada de la una del mediodía, sin embargo, la niebla que suele presidir la ciudad y dificultar la visión hizo que en 1861 comenzara a acompañarse de una señal sonora, este cañonazo que retumba en toda la ciudad.
El siguiente compromiso de Harry y Meghan en la capital escocesa ha sido con Social Bite, una cafetería que dona todos sus beneficios a causas sociales en Escocia y que proporciona alimento y emplea a personas sin hogar. Este negocio social, bajo el lema "Buena comida por una buena causa" y que visitó George Clooney en el año 2015, ha recibido a la pareja para charlar con voluntarios, clientes y personas que se han beneficiado de esta iniciativa, momento que ella aprovechó para entrar en calor bebiendo un café 'latte' y estuvo intercambiando opiniones de primera mano, ya que contó cómo había sido su experiencia como voluntaria en un comedor de la beneficencia.
La pareja se ha desplazado a Social Bite el mismo día en que la prensa británica ha sacado a la luz que la prometida del Príncipe ha estado haciendo visitas privadas a las víctimas de los incendios de la Torre Grenfell y otras organizaciones benéficas para conocer más sobre este sector. El día en Edimburgo terminó para Meghan y Harry con un encuentro en el Palacio Holyroodhouse, la residencia oficial de la Reina en Escocia, en donde se reunieron con parte de los jóvenes de la comunidad aprovechando que Escocia celebra el Año de la Juventud, una iniciativa que se prolongará durante todo el 2018 y en el que se multiplicaran las actividades para jóvenes y familias, desde senderismo hasta diversos festivales.