La prometida del príncipe Harry, la estadounidense Meghan Markle, se unió a los miembros de la Familia Real británica en sus festejos navideños, en la residencia campestres de la reina Isabel II en Sandringham. La actriz, de 36 años, que se comprometió oficialmente con el nieto de Isabel II el pasado mes, asistió al tradicional servicio religioso de Navidad celebrado en la iglesia de St. Mary's Magdalene, siguiendo la tradición de la familia de su novio.
Todavía era noche cerrada cuando comenzaron a llegar los primeros ciudadanos para apostarse en los alrededores del templo. Indudablemente este año la curiosidad en torno al debut de Meghan Markle en Sandringham era máxima, pero también hay que recordar que muchos de los habitantes de Norfolk estaban deseosos de felicitar la Navidad a la Reina ya que el pasado año fue la ausencia de la soberana –a causa de un fuerte resfriado- lo que marcó el tradicional servicio religioso.
Duelo de estilo entre Meghan Markle y la Duquesa de Cambridge
Con puntualidad y con la Isabel II vestida de un llamativo color naranja a la cabeza comenzaron a llegar los miembros de la familia Windsor después de disfrutar juntos de la primera comida del día: el tradicional desayuno inglés completo con el que arrancan el 25 de diciembre. Meghan Markle, que el próximo 19 de mayo en el Castillo Windsor se convertirá en un miembro más de la Familia Real cuando dé el “sí, quiero” al Príncipe, recibió muchas felicitaciones por su compromiso y un nuevo baño de masas mientras que seguía al lado de su prometido y de los Duques de Cambridge -que esperan la llegada de su tercer hijo en abril- los pasos de la comitiva real.
A esta tradicional cita no faltaron tampoco el príncipe Carlos y la Duquesa de Cornualles; el príncipe Andrés y sus hijas, Beatriz y Eugenia de York; la princesa real Ana con su marido el Vicealmirante Sir Timothy Laurence; el príncipe Eduardo y la condesa de Wessex con sus hijos Lady Louise y Jacobo, vizconde Severn, y Peter and Autumn Phillips con las pequeñas Isla y Savannah.
Después de asistir a la misa y también de charlar con muchos de los congregados en los jardines, la Familia Real regresó a la residencia poniendo fin al único acto en público que los Windsor tienen programado en sus festejos navideños. Una vez en Sandringham disfrutaron de la comida navidad, normalmente se trata de un asado de pavo con la guarnición tradicional, antes de reunirse para ver en el discurso de la Reina que se emitió a las tres de la tarde en televisión. En ese momento, se pudo comprobar que Meghan Markle ya ha ocupado un sitio en uno de los salones de la Reina, ya que durante el discurso se pudo ver cómo una imagen tomada el día del anuncio del compromiso –ese histórico 27 de noviembre- se encuentra en un portarretratos al lado de una foto del príncipe Carlos y la Duquesa de Cornualles.