El brillante gesto de la reina Isabel hacia la Duquesa de Cambridge
Hay detalles que dicen lo que no está escrito, sin necesidad de palabras. Días atrás asistimos a uno de esos gestos reveladores cuando la Duquesa de Cambridge apareció con un majestuoso brazalete de diamantes, conocido como la pulsera de cuatro hojas, en la Cena de Gala del Centro Ann Freud. El préstamo de esta pieza tan estimada, que había pertenecido a la Reina Madre y a raíz de su muerte a la propia reina Isabel, era la última muestra del sincero aprecio que la Reina de Inglaterra le tiene a la esposa de su nieto, el príncipe Guillermo.
Abrimos el joyero real de la Duquesa de Cambridge
Dos embarazos y un mismo vestido
Antes ya tuvo otras consideraciones con ella: por su boda, le cedió la tiara Halo de Cartier, que recibió de la Reina Madre por su 18º cumpleaños, para que coronara a la Duquesa en el día más importante de su vida, y por su primer banquete de Estado, le dejó su brazalete de boda, regalo del Duque de Edimburgo, con el que la soberana fue retratada en su Jubileo de Diamante. La pulsera de cuatro hojas de diamantes también ha tenido otro reciente momento de gloria de mano de su dueña en la muy solemne ceremonia de apertura del Parlamento de 2010, tal y como señala People.
Vestía para la ocasión un vestido de encaje negro de Diane von Furstenberg, que marcaba el nuevo perfil de la Duquesa, embarazada de su tercer hijo, y añadía al brillo de la maternidad el de otra de sus maravillosas joyas, unos preciosos pendientes de diamantes, préstamo de la reina Isabel también. El joyero digno de toda una princesa.