La espontaneidad del príncipe George y la princesa Charlotte en el balcón del Palacio de Buckingham

Mientras Charlotte de Cambridge no quitaba ojo a los aviones, los mohínes de su hermano mayor hablaban por sí mismos. Quizá algún ruido molestó a George y de ahí el gesto de su cara. 

Divertidos y emocionados, los dos hermanos parece que disfrutaron de lo lindo con el paso de algunos aviones. El pequeño George es un niño muy espontáneo que reacciona con desparpajo en los actos públicos. Al igual que su hermana que tuvo que ver parte del desfile en brazos de su madre. 

Con el paso del tiempo, el primogénito de los Duques de Cambridge iba acusando el cansancio y no dudó en frotarse los ojos. La princesa Charlotte seguía igual de alegre y risueña y no parecía cansarse del desfile. 

Algo aburrido, George de Cambridge apoyó su mano en su cara en un simpático gesto. Aunque se va haciendo mayor, solo tiene 3 años y como cualquier niño no lleva del todo bien permanecer demasiado tiempo de pie. 

Muy atento a los aviones el príncipe George no perdió detalle de la exhibición aéra. Su hermana, la princesa Charlotte, parecía encantada con el acto al que le llevaron sus padres.

Con un gesto de mucho interés, la pequeña de la casa parece escuchar con atención los comentarios de su madre. Detrás, su tío el príncipe Enrique de Inglaterra contemplando el desfile con atención. 

Los más pequeños de la familia real británica, el príncipe George y la princesa Charlotte, llenaron de ternura el balcón del Palacio de Buckingham durante la exhibición aéra del del desfile Trooping the Colour con motivo de las celebraciones públicas por el cumpleaños de su bisabuela, la reina Isabel II del Reino Unido.  Sus gestos, llenos de espontaneidad, asombro y simpatía, al paso de los aviones, aportaron la nota de alegría en un acto que este año ha estado tristemente marcado por los atentados terroristas de Manchester y el incendio en un edificio de viviendas en Londres. 

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