¡Luce un Kate Middleton! La Duquesa de Cambridge ya tiene su propio vestido
Los modistos italianos Dolce & Gabbana han puesto su nombre a un vestido lucido por la Duquesa de Cambridge, entrando así en la historia de la moda
La Duquesa de Cambridge siempre se ha caracterizado por su estilo y elegancia. Tanto es así que su nombre, ‘Kate Middleton’ ya es tendencia gracias a los diseñadores Dolce & Gabbana, que han decidido bautizar así a un vestido de su colección.
El modelo, de color verde botella, de inspiración años 40, con manga tres cuartos, abotonado en la zona del pecho, lazada en el centro del cuello y vuelo en la falda, fue expresamente customizado para ella antes de su viaje a Canadá, donde lo lució durante su cuarto día en el país combinándolo con un clutch ‘nude’ y zapatos de corte salón en la misma tonalidad, de L.K. Bennett.
El diseño pertenecía a la colección otoñal 2016 / 2017 de los italianos, pero durante el desfile de la firma se presentaba con un reloj dorado serigrafiado en uno de los lados del diseño. Algo que se ha modificado para esta nueva edición, que ya puede adquirirse en exclusiva en la página Net-A-Porter por 1.950€.
El nombre de la Duquesa formará así parte del mundo de la moda como homenaje a su personalidad a la hora de lucir cada diseño. Entra de esta forma en la lista de grandes actrices, aristócratas y primeras damas que han demostrado que sus looks han inspirado e influido a la sociedad .
Un claro ejemplo de ello es el bolso Kelly de la firma Hermès, que se rebautizó 20 años después de su creación en 1937 como homenaje a la princesa Grace de Mónaco. Algo parecido es lo que ocurriría en 1984, cuando la misma marca decidió llamar Birkin a una nueva versión de su modelo. Jacqueline Kennedy, primera dama de Estados Unidos durante el gobierno de John Kennedy, cedió su nombre a otro bolso, esta vez, de la firma Gucci.
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No sólo ocurre en el mundo de los accesorios. Audrey Hepburn siempre será el nombre detrás de aquel mítico diseño negro de Givenchy, sin mangas, con cuello redondo y a la altura de la rodilla, que lució durante su mítica escena en la que desayunaba frente a la joyería Tiffany en Desayuno con diamantes.