Los príncipes Guillermo y Harry han encargado una estatua de su madre, la princesa Diana, con motivo de cumplirse el próximo 31 de agosto los veinte años de su muerte, tal y como han informado a través de un comunicado.
Los príncipes consideran que "ha llegado el momento de reconocer su impacto positivo" con la colocación de una escultura permanente, que podrá ser vista por el público en los jardines del palacio de Kensington, en el oeste de Londres, donde vivía la princesa Diana.
"Ya han pasado veinte años desde la muerte de nuestra madre y es el momento adecuado para reconocer su impacto positivo en el Reino Unido y en todo el mundo con una estatua", indicaron Harry y Guillermo en la nota. "Nuestra madre -añade el texto- tuvo impacto en muchas vidas. Esperamos que la estatua ayude a todos los que visiten el palacio de Kensington a reflexionar sobre su vida y su legado".
El escultor aún no ha sido elegido aún, pero será designado por un comité de varias personas (entre ellas la hermana de Diana, lady Sarah McCorquodale, según los medios de comunicación). El comunicado indica que los príncipes han convocado el comité también para recaudar fondos privados para la creación de la estatua, que se espera que esté lista en 2017.
Hasta ahora, Diana ha sido recordada, entre otras formas, con la construcción hace unos años de una fuente en Hyde Park, en el centro de Londres, que busca reflejar la espontaneidad de la princesa.
El Duque de Cambridge admitió recientemente que el fallecimiento de su su madre le provocó un "gran enfado" y el príncipe Harry reconoció en 2016 que durante muchos años no pudo hablar sobre la tragedia.