Con la boca abierta se quedaron los transeúntes que se cruzaron ayer con Harry de Inglaterra mientras corría por el norte de Londres. El Príncipe se enfundó su camiseta y sus mallas de licra, sus pantalones cortos y sus deportivas de running para ir a la carrera por las calles de Willesden Green por una buena causa.
El príncipe Harry encabezaba el pelotón de jóvenes sin hogar, que participaban en esta marcha de carácter motivacional como parte de las medidas de ayuda de la fundación The Running Charity. La organización tiene como objetivo infundir en los chicos confianza en sí mismos animándoles a seguir corriendo. El Príncipe y el grupo, que incluía un oficial de policía Met de protección personal, completaron la carrera a través de frondosas calles residenciales en 17 minutos.
El recorrido de dos kilómetros era un paseo por el parque para el príncipe Harry, acostumbrado a realizar medios maratones durante sus años de instrucción en el Ejército. “No le resultó nada complicado, creo que ha estado entrenándose sólo para hoy. Lo encontró muy fácil”, dijo Claude Umuhire, uno de los responsables de la organización, que pasó de ser un joven sin hogar a correr el maratón de Londres.
Claude fue el encargado de dirigir al grupo primero en una vigorosa sesión de calentamiento y luego en una carrera suave. Intentó marcar el ritmo al príncipe Harry, sin ningún éxito: “Traté de hacerle sudar en el calentamiento, pero me seguía bastante bien. Se mantenía como si tal cosa mirándome, a pesar de que cada vez que le pillaba, yo ordenaba: ‘¡Cinco sentadillas!”, confesó Claude.
El príncipe Harry, quinto en la línea de sucesión al Trono, fue reconocido en un par de ocasiones por la gente. “Había una mujer que estaba saliendo de su casa con el coche y, cuando se dio cuenta de quién era, se puso delante de nosotros y comenzó a tomar fotos de el Príncipe”, dijo Claude. “Y cuando nos íbamos, había un tipo en el semáforo que miraba a través y tuvo una reacción tardía al verlo: la alegría en su rostro, sus ojos abiertos como platos, estaba tan feliz de encontrárselo”.
Los jóvenes sin hogar con los que el príncipe Harry competiría son residentes de un albergue que Diana de Gales inauguró en 1995: “Ella realmente conectaba con los jóvenes, y volvió a título privado a jugar a la pelota con los chicos”, reveló Martin Houghton-Brown, director ejecutivo de albergues Depaul. También la novia del Príncipe, Meghan Markle, sigue los pasos de la Princesa del pueblo en una misión humanitaria en la India.