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Eran muchos los que esperaban ver a la reina Isabel II recuperada del fuerte resfriado que, durante un mes, le ha impedido asistir a los actos propios de estas fechas festivas y, por fin, esta mañana ha ocurrido. Acompañada de su marido, el duque de Edimburgo, sorprendía asistiendo a un servicio religioso en la iglesia de Santa María Magdalena. Lo hacía en coche, evitando así el paseíllo, y luciendo un elegante abrigo azul eléctrico y chistera a juego con detalles de plumas negras.
Al acto, le acompañaron también el príncipe Guillermo y la duquesa de Cambridge, al igual que toda la familia Middleton. Kate, aguantó las bajas temperaturas que acechaban en Sandringham con un perfecto abrigo verde botella por encima de la rodilla, stilettos negros y un sombrero kubanka en color gris perla; por su parte, el príncipe Guillermo acompañó su traje con un abrigo azul marino. En esta ocasión, no sistieron sus hijos, George, de 3 años, y Charlotte, de uno.
En dicha reaparición también pudimos ver a los padres de la duquesa, Mike y Carole Middleton, al igual que sus hermanos, James y Pippa, quien contraerá matrimonio el próximo 20 de mayo con el financiero James Matthews. La hermana pequeña de Kate deslumbró una vez más con un abrigo verde militar con doble botonadura y vuelo en la parte inferior acompañado con un sombrero en la misma tonalidad.
A los que no pudimos ver en esta ocasión fue al príncipe Carlos y Camila; ni al príncipe Harry que, según publica el diario británico Daily Mail, podría estar de viaje romántico por el norte de Noruega junto a la actriz estadounidense Meghan Markle, a la cual conoció por unos amigos comunes en octubre del pasado año y con la que mantiene una relación desde entonces.
Esta dolencia, que también afectó inicialmente a su esposo, el príncipe Felipe, le impidió asistir, como hace tradicionalmente, a los servicios religiosos de Navidad y año nuevo que se llevan a cabo en esta misma iglesia. Aunque no era la primera vez que la reina se ausentaba durante las fiestas navideñas, sí era la primera vez que lo hacía a un acto tan relevante como el del 25 de diciembre y se ausentaba durante tanto tiempo. Actos que hicieron saltar todas las alarmas sobre su estado de salud.
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Sea como sea, a sus 90 años, hemos vuelto a ver a la reina Isabel II con muchas fuerzas y dispuesta a mantenerse en el trono de la corona británica. Una fortaleza que también pudimos observar en el duque de Edimburgo, que este mes de junio cumplirá 96 años.
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