La duquesa de Cambridge volvió a deslumbrar anoche sobre la alfombra roja. Iluminada por los focos normalmente dedicados a las estrellas de Hollywood, la esposa de Guillermo de Inglaterra no dejó a nadie indiferente durante estreno mundial de la película ‘Un gato callejero llamado Bob’, largometraje inspirado en el libro del mismo título de la actriz de Downton Abbey, Joanne Froggatt.
El vestido elegido para la ocasión: un diseño de la colección 'Resort' 2016 de Self Portrait, compuesto por un cuerpo de encaje de 'guipur', una banda de 'grosgrain' en la cintura y una falda de seda, todo ello del mismo color blanco roto, con un precio de venta de 650 euros.
Una elección sin duda acorde al estilo y protocolo del evento. Sin embargo, al equipo encargado de elegir los outfits de la princesa se le escapó un detalle: este vestido fue el elegido por Paris Hilton para asistir a la gala amfAR de este mismo año, la cita solidaria en la lucha contra el sida en Estados Unidos, que cada año se convierte en la antesala de la ‘New York Fashion Week’.
Aunque en esta ocasión no se realizaron modificaciones para adaptar el vestido al estilo de Kate Middleton (era idéntico al de la heredera del imperio Hilton), los complementos fueron los que realmente marcaron la diferencia entre los estilismos de ambas (que nunca habían coincido con anterioridad).
Mientras que Paris Hilton complementó su look con una diadema de piedras preciosas y unos zapatos del mismo todo del vestido, la duquesa de Cambridge se decantó por unos accesorios más acordes a sus looks habituales: 'pumps' de ante burdeos, de Gianvito Rossi, cartera de mano, de Mulberry, pendientes con perlas, de Oscar de la Renta, y broche con forma de amapola, de Buckley London. La joya elegida escondía un gran significado: la amapola simboliza en los países de la Commonwealth el final de la Primera Guerra Mundial. Forma parte de una colección conmemorativa creada por la firma británica y pueden adquirirse por unos precios que oscilan entre 16 y 30 euros.
No ha sido la única ocasión en la que la duquesa de Cambridge ha compartido estilismo con una ‘celebrity’ interacional. Este mismo verano, durante un acto de noche en el Museo de Historia Natural, eligió una creación de la diseñadora brasileña Barbara Casasola también en color blanco, con un precio de 1.850 euros, que semanas más tarde lució la actriz Melanie Griffith, esta vez en otro color, con motivo de la presentación de los nuevos contenidos del canal de televisión Hallmark en Beverly Hills, California.