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Dos días, un mini tour y una noche en un lugar idílico del sur de Inglaterra. Esta ha sido la última escapada de los Duques de Cambridge sin los pequeños príncipes George y Charlotte. Mitad trabajo y mitad placer, haciendo noche en una romántica, histórica y encantadora casa, abierta a turistas y que pertenece al Ducado de Cornualles. ¡Todo queda en casa!
El príncipe Guillermo y la Duquesa de Cambridge pasaron la noche del miércoles en la pintoresca Restomel Manor, una gran casa con 500 años de historia, dispuesta para albergar a dieciocho personas y que dependiendo de la temporada cuesta entre 1.400 y 2.000 euros por noche. Ganancias, que igual que las del resto de la gestión de las propiedades del Ducado, están destinadas a financiar las actividades del actual Duque de Cornualles y de su familia.
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“El Duque opta por utilizar una gran parte de los ingresos del Ducado para hacer frente al coste de su obra pública y de caridad. El Ducado también financia las actividades públicas, privadas de caridad y de la duquesa de Cornualles y los príncipes Guillermo y Harry”, cuenta la propia página del Ducado desde la que se puede reservar para pasar la noche en los mismos lugares frecuentados por algunos miembros de la familia Windsor y también de los Middleton, ya que en este mismo lugar pasaron ellos la Navidad del año 2010, antes del compromiso de Guillermo y Kate, una estancia que fue interpretada por la prensa como que el compromiso estaba cerca.
Las instalaciones ecológicas, los espacios “dog friendly”, la dinamización de la economía local y la promoción de las comunidades, son unidas a la conservación de estos edificios históricos algunos de los principios en los que se sostiene el turismo ideado por Carlos de Inglaterra y que no solo se encuentra en Cornualles, ya que también cuenta con una casa rural en Gales y otra –conocida como la Casa del Guarda- en las poco conocidas islas Sorlingas.
Más de 54.000 hectáreas que comprenden extensos bosques, granjas agrícolas y ganadores y una puñado de pequeñas propiedades exquisitamente conservadas comprenden este ducado del suroeste de Inglaterra, que se remonta a 1337 cuando Eduardo III lo creo para su hijo y como tal ha ido quedando en manos del hijo mayor del monarca y heredero al trono, en este caso el príncipe Carlos, primero en la línea de sucesión al trono británico.
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Los Duques de Cambridge se alojaron en esta residencia –que algún día quedará en sus manos, cuando Guillermo ocupe el lugar de Heredero- para cumplir con sus compromisos en Truro –capital de Cornualles- y Newquay, el principal puerto y la ciudad costera y turística ubicada en la costa atlántica norte de Cornualles.
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