Al vestido de la Duquesa de Cambridge le ha salido una 'sombra' de Griffith
Todavía no son cincuenta, pero todo se andará. Porque, conociendo el efecto Kate, el vestido de la Duquesa de Cambridge con el que reinó una noche en el Museo de Historia Natural está llamado a hacer sombra(s), casi seguro en un abultado plural, pese a que la creación de la diseñadora brasileña Barbara Casasola no tiene precio para todos los bolsillos (1.850 euros). Una de Griffith o, lo que es lo mismo, de reina de Hollywood le ha seguido el rastro en la alfombra roja desplegada con motivo de la presentación de los nuevos contenidos del canal de televisión Hallmark en Beverly Hills, California. Como buena sombra, era la versión en negro del traje blanco, con escote bardot y manga larga, de la Duquesa.
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La estrella brilló con la luz de los focos del cine, que no tiene en el guion la consigna de recato que impone la de las arañas palaciegas. Y así, sexy y sin censura, con la audacia que otorgan las trasparencias en voluptuosos cuerpos de película, Melanie Griffith reinterpretó el atuendo real, si bien hizo un guiño a su acreedora y lució para la ocasión un recogido alto de princesa y una gargantilla como las que centellean en las cenas de gala de palacio, además de un bolso de cadena al hombro del estilo de chanel y unos peep-toes con lazo. La mujer del príncipe Guillermo optó en su día por la melena suelta y, como complementos, por unas sandalias coral, de Schutz, y por una cartera de mano con abalorios bordados. Y, todo apunta, se contarán más Casasolas, 2, 3, 4, 5... ¡50!, tras las sombras de la Duquesa.