George y Charlotte, dos 'principitos' en los caballos
Los nietos de Isabel II parece que han heredado su pasión por los caballos. A la Reina, cuando tenía cuatro años, le regalaron su primer caballo, Peggy, y ha mantenido su afición a la hípica desde entonces
La duquesa de Cambridge ha disfrutado de un fin de semana muy familiar. La esposa del príncipe Guillermo llevó a sus hijos, los príncipes George y Charlotte, a ver el torneo hípico de Houghtonm, que tuvo lugar muy cerquita de Anmer Hall, su residencia familiar de Norfolk. La duquesa de Cambridge y sus hijos fueron vistos entre la multitud animando a los jinetes, como aseguró un espectador al periódico regional Lynn News. "Se les veía muy relajados y, sobre todo, se les veía divirtiéndose", declaró.
Los duques de Cambridge son amigos de Lord Cholmondeley, propietario de la mansión Houghton Hall, así como del jinete Harry Meade, que participaba en la competición. En el evento, de cuatro días de duración, compitieron cientos de caballos y jinetes. Además, se jugó un partido benéfico de cricket para recaudar dinero para Walking With The Wounded, una asociación caritativa patrocinada por el príncipe Harry, y que se ocupa de ayudar a militares heridos en combate.
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Los nietos de Isabel II parece que han heredado su pasión por los caballos. A la Reina, cuando tenía cuatro años, le regalaron su primer caballo, Peggy, y ha mantenido su afición a la hípica desde entonces. Los príncipes George y Charlotte adoran a los animales y tienen varios compañeros de juegos en la residencia de los duques de Cambridge.
Lupo –el cocker que James Middleton regaló al matrimonio después de su boda, en abril de 2011- tiene un “segundo de abordo” en Anmer Hall, en Norfolk, la casa de campo en la que vive la familia, un hámster de nombre Marvin. “Ella dijo que tenían un hámster y que a Charlotte le hace mucha gracia porque siempre le hace cosquillas con sus bigotes”, contó Darcey, una niña de nueve años con la que Catherine mantuvo una conversación a principios de mayo en un acto oficial.
Esta "excursión" de la duquesa de Cambridge se produce días después de que fuera vista con sus hijos, los príncipes George y Charlotte, paseando por los jardines del palacio de Kesington. Los tres disfrutaron del buen tiempo que reinaba en la capital británica antes de que Catherine se reunira con el príncipe Guillermo para cumplir con su agenda oficial.