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Lo normal es que una princesa no se tire ni se arrastre, sino que se rindan a los pies de Su Alteza; lo normal es que una princesa no se arrodille, sino que saluden a Su Alteza con reverencias. Pero lo normal a veces no ocurre y la Duquesa de Cambridge era literalmente una princesa por los suelos en su entrenamiento con Judy Murray, madre del tenista Andy Murray, actual número 2 de la ATP. Aunque, como acostumbra en todo tipo de actos oficiales, también ayer en su visita a Escocia, que incluía además de este taller diseñado para promover el deporte, otros varios compromisos de carácter social, apuntaba a lo más alto.
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La Duquesa de Cambridge se arrodilló, reptó, apretó abdominal, corrió, saltó, le dio a la raqueta y, una vez más exhibiendo la seña de su condición real, lo hizo con la mejor de las sonrisas. Volvió a superarse como venía haciendo en sus diferentes compromisos oficiales de la jornada y dejó su plusmarca de entrega, tesón y simpatía en la tabla de ejercicios de la gira Road, que desde su lanzamiento en octubre de 2014 ha formado a miles de adultos y ha dado acceso a más de 35.000 niños al deporte.
La Duquesa, que convierte cada uno de sus modelos en éxito de ventas, también demostró que su vestidor de ropa deportiva está a la última moda. Lució su atlética figura con una camiseta blanca de Nike y unos pantalones elásticos negros con franja blanca lateral de la firma deportiva Monreal Londres y se calzó unas Asics blancas y celestes para volar más que correr, y para dejar muy atrás las últimas polémicas por las críticas que sobrevuelan al príncipe Guillermo.
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La camiseta de entrenamiento de Nike, modelo Pro Hyperwarm con media cremallera, tiene un precio aproximado de 57 euros, mientras que las zapatillas deportivas de la marca Asics, con solución de gel-Lyte 3, cuestan 120 euros. Los pantalones de licra son un poco más caros -alrededor de los 278 euros- y pertenecen a una marca especializada en ropa deportiva llamada Monreal Londres, que se vende en Net-A-Porter. Pippa Middleton, la hermana deportista de la Duquesa de Cambridge, también es fan de la firma al parecer.
No todo fue juego. Antes se dedicó a sus causas sociales. La Duquesa de Cambridge, Condesa de Strathearn en Escocia, debutó en su primer compromiso en solitario en Edimburgo con una visita a la escuela primaria de St. Catherine para ver el trabajo llevado a cabo por la organización benéfica Place2B, de la que es patrona, que centra su labor en favor de niños con problemas mentales.
La Duquesa, entre la princesa con un abrigo verde de MaxMara y la colegiala escocesa con una falda de Le Kilt y un jersey de cuello vuelto, fue recibida por los alumnos más entusiastas en su regreso a la ciudad, donde su hermana, Pippa, estudiaba y que ella visitaba con regularidad durante sus días universitarios en las inmediaciones de St. Andrews.
Visitó a continuación el Centro de Educación Wester Hailes, otras de sus causas, que tiene su primer estudio de Arte en Escocia. La organización benéfica tiene como objetivo aumentar la autoestima, la confianza en sí mismos y la independencia de los niños a través de la disciplina artística. Un grupo de sus jóvenes estudiantes, que trabajaban en su proyecto de Frida Kahlo, la famosa artista mexicana reconocida por sus coloridos autorretratos, practicaron sus destrezas codo con codo con la Duquesa de Cambridge. Lo normal no siempre ocurre.
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