"La encantadora aristócrata inglesa que adora trabajar", así titula la revista The Gentlewoman el reportaje que ha dedicado a Raine, condesa Spencer, más conocida por ser la madastra de la recordada Diana de Gales. El interés de la entrevista que ha concedido a la publicación británica radica no sólo en que hacía mucho tiempo que no hablaba, sino en sus declaraciones acerca de su relación con la madre de los príncipes Guillermo y Harry.
La única hija de Alexander McCorquodale y de la novelista romántica Barbara Cartland, rememora con nostalgia algunos momentos de su infancia y su época de estudiante, y se ríe recordando cómo su madre intentó que se convirtiera en una 'persona perfecta' y terminó siendo una 'causa perdida'. Sus tres matrimonios o cómo fueron sus inicios en el mundo laboral, pasando por sus esmaltes de uñas favoritos, algunos consejos prácticos de belleza para cuidar la piel o sus trucos a la hora de peinarse, son algunos de los temas que aborda a lo largo de esta sincera entrevista.
Sin embargo, el apartado con mayor interés mediático es, sin duda, en el que habla de la amistad que entabló con la que fuera esposa de Carlos de Inglaterra. Su segundo marido fue el conde Spencer, padre de Lady Di, y aunque parecía que estaban lejos de mantener una relación cercana y basada en la confianza (de hecho muchos llegaron a decir que no se soportaban), la condesa Spencer ha dado la vuelta a la historia: "Era una persona encantadora (...) Sufría mucha presión, pero terminamos siendo grandes amigas. Solía sentarse en mi sofá y me contaba sus problemas. Estoy muy feliz por eso".
En el año 2004 salió a la luz una cinta de una conversación privada entre la princesa y Peter Settelen, su profesor de dicción (que fueron grabadas en 1992), y que hizo pública la cadena NBC. En ella, supuestamente quedaba patente la mala relación que mantenían ambas damas y Diana aseguraba detestaba a su madrastra, a la que llamaba Acid Raine (Ácida Raine). Según las grabaciones, pensaba supuestamente que la boda de su padre con Raine había destrozado su infancia, y, al parecer, contó que aquel día le gritó a Raine diciendo: "Siempre te hemos odiado. Tú arruinaste nuestra vida familiar". Después de este enfrentamiento parece ser que el conde Spencer, padre de la princesa, estuvo seis meses sin dirigirle la palabra a su hija, y que después ésta le pidió perdón. Según las palabras de la propia condesa Spencer, parece que todo aquello quedó en un complicado capítulo de su vida y que, con el paso de los años, el resentimiento se convirtió en cariño y en confianza, de hecho, era habitual verlas saliendo del Connaught Grill de Londres, después de mantener almuerzos y largas conversaciones a corazón abierto.
A sus 85 años, Raine sigue trabajando de manera incansable como directora de la sección internacional -entre otros cargos- de Harrod’s, precisamente el grupo que hasta hace poco pertenecía a Mohamed Al Fayed, padre de Dodi Al Fayed, que falleció junto a Diana en aquel fatídico accidente de coche en París en agosto de 1997.