Por fin llegó el gran día. La segunda hija de los Duques de Cambridge, la princesa Charlotte ha recibido las aguas bautismales en la tarde de este domingo,5 de julio, en la iglesia de Santa María Magdalena en Sandringham, en el condado inglés de Norfolk, precisamente donde fue bautizada su abuela, la recordada Diande Gales, el 30 de agosto 1961. Ha sido la primera vez que hemos tenido la ocasión de ver a los duques Guillermo y Catherine acompañados de sus dos hijos, ya que hoy la pequeña ha sido la gran protagonista, aunque su hermano mayor, el príncipe George, nos ha regalado también instantáneas para el recuerdo.
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Ha sido un día muy especial para toda la familia, que se han reunido para celebrar el día de Charlotte, aunque ha habido destacadas ausencias, como la de su tío, el príncipe Harry, que está en África, donde trabajará durante los próximos tres meses en proyectos medioambientales y humanitarios. El primero en llegar ha sido el abuelo paterno de la pequeña, Carlos de Inglaterra, acompañado de su esposa, Camilla, duquesa de Cornualles, que en esta ocasión (y a diferencia del bautizo del príncipe George) no fue a juego con el tono que llevaba la Duquesa Catherine y se decantó por el azul cielo. Unos minutos después, hacía su aparición la Reina Isabel II, de rosa pastel, con su marido, el Duque de Edimburgo. Después llegaron los abuelos maternos de la bebé, Michael y Carole Middelton; y los hermanos de Catherine, Pippa y James.
Los aplausos, gritos y vítores de la multitud indicaban que llebagan ellos, los grandes protagonistas del día, que han ido caminando has la iglesia. Catherine, que estaba impecable, eligiendo un precioso diseño, tacones y tocado, todo en color crema, llevaba el carrito en el que iba la Princesa. A su lado, el príncipe Guillermo que llevaba codigo de la mano a su primogénito.
Ha sido entonces, nada más ver al pequeño George, cuando nos ha venido la imagen de su padre, cuando en septiembre de 1984 fue a visitar al hospital a su hermano Harry, recién nacido, vistiendo de manera casi idéntica que hoy lo ha hecho su hijo: con blusa blanca con jaretas y ribeteado rojo, a juego con sus pantalones cortos.
Al igual que sucedió con su primogénito, los Duques han vuelto a romper con la tradición al elegir a los padrinos de su segunda hija. De nuevo, no han elegido a ninguno de sus hermanos, ni al príncipe Harry ni a James ni a Pippa Middleton, sino que se han decantado por amigos cercanos y otros familiares.
Tal y como ha anunciado el Palacio de Kensington a través de un comunicado difundido horas antes del bautizo, los honrados con tal distinción han sido: Tom van Straubenzee y James Meade, íntimos amigos del príncipe Guillermo, mientras que Catherine ha vuelto a confiar en una amiga de toda la vida para que asuma su papel de madrina, Sophie Carter. Además, y en el que podría ser un emotivo homenaje a su difunta madre, el Duque ha elegido también a su prima Laura Fellowes, hija de la hermana mayor de Diana, Jane Fellowes; mientras que la Duquesa ha elegido a su primo Adam Middleton, hijo de Richard, hermano del abuelo de la bebé, Michael Middleton, a cuya boda asistieron el pasado verano. En total, la princesa Charlotte tiene cinco padrinos, mientras que su hermano George tiene uno más.