Unas horas después de que viniera al mundo la nueva princesa de Cambridge, hemos vivido el que, sin duda, ha sido uno de los momentos más inolvidables de este acontecimiento 'real'. Cuando faltaban cinco minutos para que dieran las cinco de la tarde de este sábado 2 de mayo, un sonriente y feliz príncipe Guillermo abandonaba el hospital St. Mary en Paddington (Londres) para ir a buscar a su hijo, el príncipe George, al Palacio de Kensington, donde está con sus abuelos maternos, Carole y Michael Middleton, y su niñera española. "Muy feliz, voy a recoger a George", ha dicho el orgulloso papá antes de subirse al coche que él mismo ha conducido.
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Veinte minutos más tarde, el príncipe volvía al hospital, pero esta vez acompañado de su hijo. Ambos vestidos en tonos azules, Guillermo intentó que George fuera caminando, aunque el niño pidió a su padre que le tomara en sus brazos y él cumplió su deseo. Fue entonces cuando el pequeño nos regaló un instante de lo más entrañable cuando su padre le animó a que saludura a todos los periodistas, fotógrafos y curiosos que se encuentran en las inmediaciones del centro hospitalario. Y él le imitó y les saludó con su mano.
Antes de que su hermana le 'robe' el protagonismo, el pequeño George se ha convertido esta tarde en el objetivo de todas las miradas que están siguiendo el minuto a minuto de todo lo que sucede en torno al nacimiento de la segunda hija de Guillermo y Catherine, que ha venido al mundo a las 08:34h hora local y ha pesado 3 kilos y 713 gramos.
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Después de conocer a su hermanita, el príncipe George protagonizará las mismas (o muy similares) imágenes que hace años, concretamente el 16 septiembre de 1984, protagonizó su padre cuando visitó a su madre, la recordada Diana de Gales, y al recién nacido príncipe Harry. Un día después de que viniera al mundo su hermanito, el pequeño Guillermo salió del hospital de la mano de su niñera y conquistando a todos como un precioso niño con el pelo rubio platino con blusa blanca con cuello bebé, bordado en nido de abeja, jaretas y ribeteado en rojo, a juego con sus pantalones cortos.