Continúa la expectativa en Londres para dar la bienvenida al segundo hijo de los Duques de Cambridge, un niño o una niña cuya llegada se está haciendo esperar. Los 'royal fans' británicos aguardan desde hace días apostados frente a la maternidad del Hospital St. Mary, y mientras los más inquietos comienzan a impacientarse, la Familia Real británica parece mantener la calma y la normalidad en los últimos días de embarazo de la Duquesa.
Todavía no se sabe si el futuro hermanito del príncipe George será niño o niña. El príncipe Guillermo y su esposa aseguran que ni ellos mismos lo saben, pues prefieren que sea una sorpresa, pero algunos miembros de la familia sí tienen clara su preferencia en cuanto al sexo del bebé. El príncipe Harry bromeaba hace unos meses comentando que "con suerte será una niña y mi hermano lo pasará aún peor que con George", y ahora ha sido el príncipe Carlos el que ha dejado claro las ganas que tiene de tener una nieta.
Durante un acto en el castillo de Windsor con militares veteranos, la hija de uno de ellos explicó a la agencia local PA que el heredero al trono británico afirmó durante una charla distendida que prefiere que el bebé sea niña. "Mi padre me presentó como su hija y el príncipe Carlos le preguntó que cuántas hijas tiene. 'Una -dijo mi padre-, y eso es suficiente'. Carlos se río y dijo: 'Nosotros deseamos tener una nieta'", detalló Lynda Bateman.
El Príncipe, al igual que el resto de la familia, ha seguido esta semana cumpliendo su agenda con normalidad y asistiendo a varios actos mientras espera la llegada de su nieto o nieta. Estos días hemos visto su faceta más deportiva y divertida durante la inauguración oficial de un nuevo centro de deportes en Dumfries House Estate, Cumnock. Jugando al bádminton, al tenis de mesa o practicando spinning, el hijo de la reina Isabel ha mostrado una alegría evidente ante la perspectiva de volver a ser abuelo.
Se cree que la Duquesa de Cambridge salió de cuentas hace varios días, pero su visita este miércoles al Palacio de Buckingham hace pensar a muchos que las condiciones para el parto todavía no han prosperado. Las restricciones de aparcamiento en las calles que rodean al hospital, que finalizaban en un principio el 30 de abril, se han ampliado hasta el 5 de mayo, tal y como ha anunciado esta semana el Ayuntamiento del distrito londinense de Westminster, una señal de que se prevé que el nacimiento podría retrasarse unos días pero no más allá del martes.