La Duquesa de Cambridge ha comenzado su semana más intensa de trabajo con una amplia sonrisa y en la Abadía de Westminster, el mismo templo en el que casó con el príncipe Guillermo el 29 de abril de 2011. Catherine, que se encuentra en su último mes de embarazo, ha acaparado todas las miradas durante el servicio religioso del día de la Commonwealth y ha protagonizado este momento lleno de complicidad con su suegro, el príncipe Carlos.
La duquesa ha vestido para la ocasión un abrigo de color rosa pastel con elegante botonadura de perlas blancas de Alexander McQueen, que ha combinado con un favorecedor tocado. Se trataba del mismo abrigo que lució durante el tradicional desfile 'Trooping the Colour' en junio de 2013, un mes antes de que naciera su primogénito, el príncipe George. En sus manos, Catherine llevaba un pequeño clutch del mismo color, y en sus pies unos cómodos zapatos. A su lado, siempre pendiente de ella, estaba el príncipe Guillermo. Seguro que los dos han revivido el día de su boda al acceder al interior de la Abadía.
Como se había anunciado, también han asistido al servicio religioso del día de la Commonwealth la reina Isabel y la duquesa de Cornualles. Los duques de Cambridge se han mostrado muy cariñosos con la mujer del príncipe Carlos, a quien han saludado cariñosamente a su llegada.
La esposa del príncipe Guillermo se mantendrá ocupada justo hasta un mes antes del nacimiento de su bebé -príncipe o princesa está por ver-, que se espera que se produzca a finales de abril. Al acto de este lunes, la duquesa sumará el miércoles su visita en Kent a la Galería de Arte Contemporáneo Turner y los Resort Studios en Margate, y el jueves visitará Downton Abbey como ayer hicieron la Condesa de Wessex y la Primera Dama de México, últimas ilustres visitantes de la famosa residencia señorial.
Como manda la tradición en la Casa Real inglesa, el sexo del bebé se dará a conocer el mismo día de su nacimiento junto con su nombre. En su primer embarazo, la duquesa de Cambridge confesó que deseaba tener un niño y que el príncipe Guillermo quería que fuera niña. En este segundo embarazo, ninguno de los dos se ha pronunciado al respecto. Quien sí lo ha hecho ha sido el príncipe Harry. "Con suerte será una niña y mi hermano lo pasará aún peor que con George", declaró entre risas.