Por primera vez Carlos de Inglaterra ha hablado de su condición de eterno aspirante al trono: “Se me está acabando el tiempo”, ha bromeado durante una visita oficial a la mansión Dumfries House. El Príncipe de Gales lleva preparándose toda la vida para un trabajo que no llega: a los tres años fue proclamado Heredero de la Corona y desde entonces lleva aguardando la sucesión. Pero ahora, tras 61 años de larga espera, el Heredero paciente ha mostrado públicamente su impaciencia por reinar en el vídeo de la visita colgado en la página web de Clarence House: "¿Impaciente, yo? ¡Pero qué cosas dices! Por supuesto que lo estoy. Pronto se me acabará el tiempo. Como me descuide, voy a estirar la pata".
Y es que la coronación del príncipe Carlos se intuye lejana. Primero porque la propia Reina de Inglaterra declaró con motivo de las celebraciones de su Jubileo de Diamante su intención de no abdicar y seguir trabajando por su país. Segundo porque, a sus 86 años, su salud es más que excelente y lo demuestra cada día con una apretada agenda oficial. Y tercero porque las mujeres de la Familia Real inglesa han sido siempre muy longevas: la Reina Madre del Heredero falleció con 101 años. Así que el trono se vislumbra a gran distancia del príncipe Carlos, si es que lo ocupa alguna vez. Los ingleses prefieren al príncipe Guillermo como sucesor de la reina Isabel. Según las encuestas, el hijo mayor del Príncipe de Gales es el Windsor más popular con un 62 por ciento, más incluso que la Reina y bastante más que su padre, con solo un 21 por ciento del favor del público. Por lo que muchos ven en los Duques de Cambridge el futuro de la corona.