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El chófer y los paparazzi, culpables de la muerte de la princesa Diana y Dodi Al Fayed

El jurado ha concluído que la pareja falleció por un 'homicidio por negligencia'


7 de abril de 2008 - 12:23 CEST

No hubo asesinato, sino negligencia extrema. La investigación judicial británica acerca de las causas de la muerte de Diana de Gales y su novio, Dodi al Fayed, ha puesto fin a diez años de teorías conspirativas al concluir que la tragedia se debió a un homicidio por imprudencia. Según el fallo del jurado, Henri Paul, el conductor del Mercedes en el que viajaban, y los vehículos de los papparazzi, que perseguían a la pareja aquel fatídico 31 de agosto de 1997 en París, son los culpables del siniestro.

Tras la pesquisa, que ha durado seis meses en el Tribunal Supremo de Londres y la declaración de 250 testigos, los miembros del jurado concluyeron por mayoría de nueve votos a favor y dos en contra que tanto el estado ebrio de Paul como el exceso de velocidad con el que conducía contribuyeron al accidente y que el hecho de que ni Diana ni Dodi llevaran puestos los cinturones de seguridad y que se estrellaran contra un pilar del túnel bajo el puente Alma, en lugar de una pared, fueron determinantes su muerte.

Los príncipes Guillermo y Harry, conformes con la sentencia
El juez de instrucción Scott Baker leyó el pasado 31 sus conclusiones ante el jurado, en las que rechazaba tajantemente la teoría de la conspiración defendida por el padre de Dodi, Mohammed Al Fayed. Había dado cinco opciones de veredicto (culpar sólo a Henri Paul, culpar sólo a los fotógrafos, hallar culpables a ambos, muerte accidental o veredicto abierto), pero ninguna hacía referencia a que la muerte de la pareja se debiera a la conspiración de los servicios secretos por orden del Duque de Edimburgo para evitar la boda de la Princesa con un musulmán.

Aunque el magistrado había descartado de antemano que la pareja fuera víctima de un complot por falta de pruebas que sustentaran la teoría, a Al Fayed le quedaba una esperanza para que, en su opinión, se hiciera justicia: que el jurado hubiera optado por una sentencia abierta debido a la escasez de elementos para sacar una conclusión. No fue así. Su parecer ha coincidido en parte con el resultado de las pasadas investigaciones llevadas a cabo por las policías francesa y británica, que determinaron que la muerte de la pareja fue resultado de un accidente causado por exceso de velocidad y por el estado ebrio del conductor. La diferencia entre aquellas y la actual radica en que el tribunal ha encontrado también responsabilidad directa de los papparazzi. El fallo ha supuesto un jarro de agua fría para Mohammed Al Fayed, quien hizo público un comunicado apenas se conoció el veredicto: "La sentencia es un revés para millones de personas en todo el mundo que respaldan mis tesis, pero lo más importante es que se considera que hubo homicidio".

Quienes sí están conforme con la sentencia son los príncipes Guillermo y Harry. Los hijos de la princesa Diana han manifestado en un comunicado que están "de acuerdo" con el veredicto judicial sobre la muerte de su madre. "Estamos de acuerdo con el veredicto y estamos profundamente agradecidos a cada uno de ustedes (los miembros del jurado) por la resignación que mostraron en aceptar una perturbación tan significativa de sus vidas en los últimos seis meses", afirma la nota oficial.

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.

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