Después de su compromiso en La Haya, Máxima puso rumbo a la ciudad de Enschende para conocer la Performance Factory, una iniciativa que ha convertido la antigua fábrica Polaroid en un punto de encuentro pensado para que la comunidad tenga un espacio en el que vivir la moda, el arte, la cultura, la artesanía, el emprendimiento y el deporte. Para este acto Máxima añadió uno de sus “pamelones” al look y recorrió unas instalaciones en las que pudo conocer una muestra de las actividades que se realizan allí, entre ellas unas clases de dibujo en las que ella había sido la musa.