El príncipe Friso, hermano del rey Guillermo de Holanda, falleció hace más de 11 años. Su pérdida no solo dejó una huella profunda en su familia y en aquellos que le amaron, los Países Bajos también quedaron conmocionados con su muerte, en parte por la forma en la que murió y la reflexión que se abrió sobre la fragilidad y el valor de la vida. El hijo mediano de Beatriz de Holanda, que entonces era reina del país, estuvo en coma durante dieciocho meses y en ocasiones hubo razones para la esperanza. Sin embargo, terminó muriendo el 12 de agosto de 2013, dejando viuda a la princesa Mabel y dos hijas muy pequeñas, Luana y Zaria. Tanto su mujer como su madre han transitado por un duelo en el que han logrado equilibrar el dolor de la perdida con la gratitud por los momentos compartidos y un año más hacen que su legado sea vivo.
Tradicionalmente, se habla bien de quienes han partido, pero en el caso del príncipe Friso, su excepcional inteligencia también le caracterizó en vida. Los que le conocieron lo describían como una persona reservada, con sentido del humor y, sobre todo, muy inteligente. Aunque formaba parte de la realeza, la vida de Friso era la ingeniería mecánica y aeroespacial y destacó en prestigiosas universidades como la estadounidense Berkeley o la tecnológica de Delft. Así que tras su muerte, la mejor forma que encontraron su viuda y su madre de honrarlo fue crear un premio que premiara la excelencia en ingeniería, un galardón que se ha entregado este miércoles en el Instituto de La Haya.
Año tras año, el Premio Príncipe Friso de Ingeniería otorgado por el Real Instituto de Ingenieros de los Países Bajos (KIVI), reconoce a los ingenieros que destacan por su innovación, impacto social, experiencia y espíritu emprendedor. El ganador del premio recibe el título de "Ingeniero del Año" durante un año. Además, en 2022, se introdujo un premio especial para equipos de estudiantes de ingeniería, una iniciativa impulsada en parte por la princesa Mabel. La viuda de Friso, economista y politóloga especializada en político internacional y derechos humanos, además de tener un excelente olfato para las inversiones en bolsa, se ha convertido en una figura internacional muy influyente por su compromiso con causas sociales, especialmente en la lucha contra el VIH/SIDA y la promoción de los derechos de las mujeres.
El doloroso final del príncipe Friso: sepultado por una avalancha de nieve y dieciocho meses en coma
El príncipe Friso sufrió un trágico accidente de esquí el 17 de febrero de 2012 en Lech, Austria, el lugar en el que tradicionalmente la Familia Real de los Países Bajos practica deportes de invierno y donde suelen ofrecer posados ante los medios. Durante una jornada de esquí fuera de pista, el príncipe Friso, esquiador experimentado, fue sepultado por una avalancha de nieve y aunque llevaba un localizador que permitió a los rescatistas encontrarlo, estuvo más de 20 minutos bajo la nieve, lo que le causó un daño cerebral severo debido a la falta de oxígeno.
Desde el primer momento los médicos confirmaron que los daños cerebrales eran extensos e irreversibles, pero para eso hay una frase tan manida como real: mientras hay vida, hay esperanza. Fue el arzobispo y pacifista sudafricano, Desmond Tutu, amigo de la familia y de la princesa Mabel, el que contó que estando internado en el hospital Wellington de Londres, abrió los ojos y sonrió a su mujer, después de que esta le diera un beso. Sin embargo, a pesar de la alegría y esperanza que trajo este gesto, falleció rodeado de su familia el 12 de agosto de 2013 en el Palacio Huis ten Bosch en La Haya.
Dos años después de la tragedia, la Familia Real al completo regresó a las pistas de esquí austriacas para unas vacaciones nostálgicas y emotivas en las que todos, como han hecho siempre, arroparon tanto a la princesa Mabel y a sus hijas, y también a la que fuera la reina Beatriz. Hay que recordar que ese accidente marcó tanto la vida personal como el reinado de su madre, aunque oficialmente Beatriz mencionó que su abdicación en abril de 2013 se debía a que era momento de que las nuevas generaciones asumieran el liderazgo, muchos consideran que el trágico accidente de Friso en 2012 y su posterior estado de coma influyeron profundamente en su decisión y que nunca se ha recuperado de ese golpe emocional.