Tras su inolvidable gira por el Caribe neerlandés, los reyes de Países Bajos siguen con su agenda a pleno rendimiento. La reina Máxima ha vuelto a llevar su sonrisa y llevar la alegría a los más vulnerables: los niños enfermos de cáncer. En un centro pediátrico especializado en esta enfermedad, uno de los pequeños pacientes, se llevó un recuerdo para toda la vida: un selfie con la Reina que inmortalizó con su teléfono móvil.
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El centro princesa Máxima de Oncología Infantil de Utrech existe desde hace cinco años y todos los niños con cáncer de Países Bajos han sido tratados en este centro que también se dedica a la investigación.
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Además de conocer la innovación y la internacionalización de este hospital, hablar con los oncólogos y las enfermeras pediátricos e investigadores, la Reina pudo charlar con los padres de los bebés cuyos niños fueron tratados en un estudio internacional de leucemia linfática aguda, a los que se les añadió una terapia inmune específica al protocolo de tratamiento.
Vestida completamente de color camel, la Reina se deshizo en atenciones, juegos, saludos y arrumacos hacia los niños que estaban ingresados. Les dio la mano, firmó autógrafos y se hizo selfies que quedaron inmortalizados para siempre.
El 5 de junio de 2023 se cumplirán los cinco años de la puesta en marcha de este hospital que precisamente inauguró Máxima de Países Bajos y que también ha acogido a enfermos internacionales. El año pasado un total de 63 niños fueron atendidos gracias al papel de las asociaciones internacionales.