Máxima de Países Bajos es una de las damas de la realeza con un estilo más personal. Sus apariciones son de lo más esperada y nunca defrauda. Le gusta mucho el color y es una apasionada de las joyas y, sobre todo, de los complementos. Guantes, pulseras, anillos, broches, collares...La mujer del rey Guillemo se atreve con todo y todo tiene cabida en sus looks maximalistas ¡hasta con un collar de mejillones! La Reina apareció este jueves con esta original pieza rodeando su cuello durante una visita a la región holandesa de Drechtsteden, donde realizó una visita como miembro del Comité holandés para el emprendimiento. Se da la circunstancia de que Países Bajos es uno de los principales productores de esta exquisitez del mar.
La Reina combinó su collar de mejillones con una falda de color camel, botas altas negras y un jersey de cuello vuelto negro. Para combatir el frío llevó un abrigo, también en tono claro de solapas. A simple vista, al ser del mismo color, la pieza no llama la atención, pero de cerca, se aprecia claramente que está compuesto por una tira de estos bivalvos. La firma que lo ha creado se llama Inekeotte y vende su creación, exacta a la de la Reina, por 150 euros.También existe la posibilidad de adquirir el collar con hasta tres vueltas de mejillones o completar el conjunto con los pendientes y la pulsera a juego. “Qué hermosa está la reina Máxima con mis joyas de mejillón durante su visita de trabajo. Qué bonito y qué orgullo”, ha dicho la diseñadora.
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Máxima de Países Bajos no es la única que se ha decantado por un adorno tan original. La diseñadora Iris Apfel, uno de los iconos de la moda del siglo XXI, es otro de los rostros conocidos a los que se la ha visto con grandes y vistosos collares. Al igual que la Reina, ella también aparece en público con coloridas obras de bisutería que no dejan indiferente a nadie.
Lo cierto es que Máxima de Países Bajos tiene un don especial para saber combinar piezas únicas con un estilo royal impecable y nunca desentona en sus compromisos públicos, por muy variados que sean. En esta ocasión conoció más sobre los drones impulsados por combustible que fabrica una empresa holandesa y mantuvo un encuentro con cuatro pequeños empresarios de la zona que le informaron sobre cómo les había afectado la irrupción del coronavirus en sus negocios.