Amalia de Países Bajos ha querido agradecer con una simpática imagen el aluvión de felicitaciones por su 18º cumpleaños que le han llegado por vía postal. Un montón de cartas, tarjetas y dibujos por la mayoría de edad. Aunque el gran día de la Princesa tuvo lugar el pasado 7 de diciembre, son muchos los que siguen mandando a Palacio sus mejores deseos. La hija mayor de Guillermo y Máxima ha elegido una imagen en la que aparece tumbada y tapando su boca y nariz por sobres. "Durante las últimas semanas me habéis inundado de felicitaciones y tarjetas de cumpleaños. Eso me ha hecho muy feliz. ¡Me gustaría agradecéroslo a todos!", ha escrito junto a la instantánea. Este no ha sido sin duda un cumpleaños cualquiera, ha sido el de la entrada a su vida adulta y el de su paso al frente como heredera, que se materializó con su entrada en el Consejo de Estado, un importante paso con el que da inicio a su vida institucional.
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Vestida con una blusa blanca, chaqueta roja y con su esmalte de uñas en color rojo oscuro, una de sus señas de estilo, la Princesa de Orange aparece feliz y se puede adivinar una gran sonrisa a pesar del gran número de cartas que tapan su boca. Amalia está disfrutando de un año sabático y la vimos pronunciar su primer discurso en público el mismo día que ingresó en el Consejo de Estado de su país. Aunque brilló en esa ceremonia en la que tan solo estuvo acompañada por sus padres, Amalia de Países Bajos se ha visto salpicada por la polémica ya que celebró una fiesta privada en los jardines del Palacio Huis ten Bosch, en La Haya, que, según el Servicio de Información del Gobierno (RVD) se organizó "en el último minuto" porque los planes ideados inicialmente se cancelaron debido a la crisis sanitaria.
El evento hizo que todas las miradas se fijaran en la Casa Real por haber convocado a más de veinte personas al festejo cuando el Gobierno neerlandés ha reducido las reuniones sociales a tan solo cuatro asistentes para garantizar la seguridad. El propio Rey reconoció que no fue "una buena idea" hacer la fiesta en los jardines, pese a que creía que se había llevado a cabo de manera responsable al tratarse de un acto al aire libre y con precauciones. Tal y como indicó De Telegraaf, se instalaron dos marquesinas en el terreno que rodea al Palacio para que los invitados pudieran guarecerse de las inclemencias meteorológicas. Además, los asistentes estaban ya vacunados pero antes de la cita tuvieron que someterse a un test.
Amalia de Países Bajos, que actualmente se encuentra disfrutando de un año sabático antes de retomar sus estudios, confesó en la conferencia de prensa que dio tras formar parte del Consejo de Estado que "no hay escuela para ser Reina como no la hay para ser panadera o abogada. Por eso creo que hay que mirar al pasado ¿Qué se ha hecho antes? Pero también hay que ir con los tiempos. Intentaré dar mi propia interpretación y creo que el Consejo de Estado es un buen lugar para empezar", dijo en referencia al futuro extraordinario que le espera como heredera al trono. Sobre este año la Princesa dijo que "he aprendido mucho y he conocido a gente interesante. Me llevo esas experiencias que también me han servido de crecimiento personal. Pero al igual que mi escuela y mi tiempo de estudio, veo esto como algo privado. Estoy agradecida por la intimidad que se me ha dado en los últimos tiempos", dijo.
El 18 cumpleaños de Amalia marcan también una nueva etapa respecto a su exposición pública, la joven ha hecho un ejercicio de transparencia y sinceridad en una biografía autorizada en la que ofrece su lado más personal. En una charla con Claudia de Breij, habla sobre su futuro, sus aficiones, sus estudios y su fe. Confiesa también en este libro que no es sencillo ser el centro de atención y tener todas las miradas puestas en ti por lo que incluso ha necesitado ir a un terapeuta. Habla además sobre su hombre ideal, cómo quiere que sea su vestido de boda y el carruaje de cuento que quiere usar ese día tan especial, el 'Crème Calèche'. La publicación de esta biografía es una tradición que, en su momento, también cumplieron su padre y su abuela, la reina Beatriz cuando alcanzaron la mayoría de edad.