La princesa de Orange ensalzó en su biografía “AMALIA“ las cualidades de los jóvenes alemanes, muy por encima de las de los neerlandeses y, ahora, se acaba de saber que había un gran motivo detrás.Según los círculos palaciegos de La Haya, Amalia, esa futura reina que soñaba con un caballero galante que conquistara su corazón, está enamorada de un chico germano. La princesa de Orange habría conocido a Isebrand K, de 19 años, en una fiesta celebrada este verano, después de graduarse ‘cum laude’ en el colegio. El joven también estudia en los Países Bajos, y se entiende que en la universidad de La Haya, la ciudad donde se ubica Huis ten Bosch, la residencia familiar. Los rumores circulaban desde hace ya semanas por el reino, pero ha sido ahora cuando la revista alemana Bunte -disponible a partir de mañana, 16 de diciembre- ha confirmado la noticia.Isebrand K, que pertenece a una familia de empresarios muy conocidos de Westfalia, y la futura reina han podido vivir discretamente su relación durante todos estos meses hasta que, a finales de noviembre, unos turistas neerlandeses los descubrieron en una escapada a Nueva York. Según estos testigos presenciales, iban cogidos de la mano, intercambiando besos y en animada conversación mientras cruzaban el famoso Puente de Brooklyn, en Nueva York. La misma ciudad donde los reyes Guillermo y Máxima se enamoraron y vivieron en secreto su historia de amor, después de conocerse en Sevilla.La princesa y su novio, Isebrand K disfrutaron de la festividad de Acción de Gracias en Manhattan y regresaron a Europa justo antes de que la hija de los reyes Guillermo y Máxima celebrara su mayoría de edad, el 7 de diciembre. Una fecha para la historia en la que fue presentada al Consejo de Estado asumiendo oficialmente su destino como futura Reina. En su biografía “Amalia”, escrita por Claudia de Breij y recién lanzada al mercado, la princesa Amalia no contó que había encontrado al príncipe de sus sueños, pero sí que le gusta que los chicos tengan buenos modales y que, en su opinión, los alemanes ganan a los holandeses. También que “una relación no tiene por qué ser un secreto, pero debe ser privada“. Ella es muy romántica, pero mantiene a la prensa lo más alejada posible, porque ”una vida amorosa es bastante complicada“. Amalia no muestra ninguna duda de que quiere casarse y tener hijos. De hecho, ya sabe qué tipo de vestido quiere usar el día de su boda, y cuando le muestra a la autora de su biografía los carruajes guardados en los establos reales, señala uno de cuento de hadas: el Crème Calèche. “Puede que quiera este cuando me case”.No sólo eso, también ha pensado en el permiso requerido para contraer matrimonio. “Si es el hombre que me apoya, a quien amo, con quien quiero pasar mi vida, y el Parlamento no lo aprueba, bueno, entonces vería qué puedo hacer”.La princesa de Orange ensalzó en su biografía “AMALIA“ las cualidades de los jóvenes alemanes, muy por encima de las de los neerlandeses y, ahora, se acaba de saber que había un gran motivo detrás.Según los círculos palaciegos de La Haya, Amalia, esa futura reina que soñaba con un caballero galante que conquistara su corazón, está enamorada de un chico germano. La princesa de Orange habría conocido a Isebrand K, de 19 años, en una fiesta celebrada este verano, después de graduarse ‘cum laude’ en el colegio. El joven también estudia en los Países Bajos, y se entiende que en la universidad de La Haya, la ciudad donde se ubica Huis ten Bosch, la residencia familiar. Los rumores circulaban desde hace ya semanas por el reino, pero ha sido ahora cuando la revista alemana Bunte -disponible a partir de mañana, 16 de diciembre- ha confirmado la noticia.Isebrand K, que pertenece a una familia de empresarios muy conocidos de Westfalia, y la futura reina han podido vivir discretamente su relación durante todos estos meses hasta que, a finales de noviembre, unos turistas neerlandeses los descubrieron en una escapada a Nueva York. Según estos testigos presenciales, iban cogidos de la mano, intercambiando besos y en animada conversación mientras cruzaban el famoso Puente de Brooklyn, en Nueva York. La misma ciudad donde los reyes Guillermo y Máxima se enamoraron y vivieron en secreto su historia de amor, después de conocerse en Sevilla.La princesa y su novio, Isebrand K disfrutaron de la festividad de Acción de Gracias en Manhattan y regresaron a Europa justo antes de que la hija de los reyes Guillermo y Máxima celebrara su mayoría de edad, el 7 de diciembre. Una fecha para la historia en la que fue presentada al Consejo de Estado asumiendo oficialmente su destino como futura Reina. En su biografía “Amalia”, escrita por Claudia de Breij y recién lanzada al mercado, la princesa Amalia no contó que había encontrado al príncipe de sus sueños, pero sí que le gusta que los chicos tengan buenos modales y que, en su opinión, los alemanes ganan a los holandeses. También que “una relación no tiene por qué ser un secreto, pero debe ser privada“. Ella es muy romántica, pero mantiene a la prensa lo más alejada posible, porque ”una vida amorosa es bastante complicada“. Amalia no muestra ninguna duda de que quiere casarse y tener hijos. De hecho, ya sabe qué tipo de vestido quiere usar el día de su boda, y cuando le muestra a la autora de su biografía los carruajes guardados en los establos reales, señala uno de cuento de hadas: el Crème Calèche. “Puede que quiera este cuando me case”.No sólo eso, también ha pensado en el permiso requerido para contraer matrimonio. “Si es el hombre que me apoya, a quien amo, con quien quiero pasar mi vida, y el Parlamento no lo aprueba, bueno, entonces vería qué puedo hacer”.
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La princesa de Orange ensalzó en su biografía AMALIA las cualidades de los jóvenes alemanes, muy por encima de las de los neerlandeses y, ahora, se acaba de saber que había un gran motivo detrás.
Según los círculos palaciegos de La Haya, Amalia, esa futura reina que soñaba con un caballero galante que conquistara su corazón, está enamorada de un chico germano.
La princesa de Orange habría conocido a Isebrand K, de 19 años, en una fiesta celebrada este verano, después de graduarse ‘cum laude’ en el colegio. El joven también estudia en los Países Bajos, y se entiende que en la universidad de La Haya, la ciudad donde se ubica Huis ten Bosch, la residencia familiar.
Los rumores circulaban desde hace ya semanas por el reino, pero ha sido ahora cuando la revista alemana Bunte -disponible a partir de mañana, 16 de diciembre- ha confirmado la noticia.
Isebrand K, que pertenece a una familia de empresarios muy conocidos de Westfalia, y la futura reina han podido vivir discretamente su relación durante todos estos meses hasta que, a finales de noviembre, unos turistas neerlandeses los descubrieron en una escapada a Nueva York. Según estos testigos presenciales, iban cogidos de la mano, intercambiando besos y en animada conversación mientras cruzaban el famoso Puente de Brooklyn, en Nueva York. La misma ciudad donde los reyes Guillermo y Máxima se enamoraron y vivieron en secreto su historia de amor, después de conocerse en Sevilla.
La princesa y su novio, Isebrand K disfrutaron de la festividad de Acción de Gracias en Manhattan y regresaron a Europa justo antes de que la hija de los reyes Guillermo y Máxima celebrara su mayoría de edad, el 7 de diciembre. Una fecha para la historia en la que fue presentada al Consejo de Estado asumiendo oficialmente su destino como futura Reina.
En su biografía AMALIA, escrita por Claudia de Breij y recién lanzada al mercado, la princesa Amalia no contó que había encontrado al príncipe de sus sueños, pero sí que le gusta que los chicos tengan buenos modales y que, en su opinión, los alemanes ganan a los holandeses. También que “una relación no tiene por qué ser un secreto, pero debe ser privada“. Ella es muy romántica, pero mantiene a la prensa lo más alejada posible, porque ”una vida amorosa es bastante complicada”.
Amalia no muestra ninguna duda de que quiere casarse y tener hijos. De hecho, ya sabe qué tipo de vestido quiere usar el día de su boda, y cuando le muestra a la autora de su biografía los carruajes guardados en los establos reales, señala uno de cuento de hadas: el Crème Calèche. “Puede que quiera este cuando me case”.
No sólo eso, también ha pensado en el permiso requerido para contraer matrimonio. “Si es el hombre que me apoya, a quien amo, con quien quiero pasar mi vida, y el Parlamento no lo aprueba, bueno, entonces vería qué puedo hacer”.
Después del año sabático que está disfrutando, Amalia quiere seguir estudios universitarios en los Países Bajos el próximo año. Sus intereses pasan por la historia, la economía, el derecho y las relaciones internacionales… Y, ahora, por el heredero alemán Isebrand K.