El 7 de diciembre de 2003 es una fecha marcada en rojo para los reyes Guillermo y Máxima de los Países Bajos puesto que es el día en el que se convirtieron en padres por primera vez. Catharina Amalia Beatriz Carmen Victoria, es su nombre completo, llegó al mundo a las cinco de la tarde en la clínica Bronovo de La Haya con un peso de 3,310 kilos y midiendo 52 centímetros. La imagen que acompaña a este texto es la primera que vimos de la princesa de Orange, a la que su padre, que entonces era el heredero al trono, describió como la niña "más linda del mundo" en el comunicado oficial que publicó para anunciar la buena noticia. La pareja real comenzó de esta manera a formar una familia cuando estaban a punto de celebrar su segundo aniversario de boda, un enlace que tuvo lugar en Ámsterdam. Fue en el 2000 cuando sus caminos se cruzaron en la Feria de Abril de Sevilla
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Una semana después del nacimiento de su pequeña, Guillermo y Máxima de los Países Bajos protagonizaron este primer posado ya como familia de tres. La imagen, en la que vemos a Amalia muy tranquila en brazos de su madre, con camisa naranja, mientras que su padre le hace carantoñas, fue tomada en una de las estancias de la finca De Horsten (Eikenhorst). Está situada a las afueras de Wassenaar, un pueblo que hace 5.000 años todavía estaba cubierto por el mar. El matrimonio, que llevaba escasos meses viviendo allí, apostó por este enclave en el que estaban rodeados por 12 kilómetros de bosques para los primeros años de su matrimonio
El 12 de junio de 2004, cuando acababa de cumplir seis meses de vida, Amalia de los Países Bajos recibió las aguas bautismales en la iglesia de San Jacob (La Haya). El reverendo CA ter Linden, que había casado a los entonces príncipes Guillermo y Máxima, ofició la ceremonia, en la que el príncipe Constantijn, la princesa heredera Victoria de Suecia, HD Tjeenk Willink, Samantha Deane, Martín Zorreguieta y Marc ter Haar ejercieron como padrinos. A este acontecimiento asistieron más de un millar de invitados entre los que había familiares, amigos, representantes de las Casas Reales europeas, delegaciones del Gobierno, Senado y representantes de los Estados Generales, funcionarios provinciales, el alcalde de La Hay y una delegación del hospital Bronovo, donde la Princesa nació
El primer cumpleaños de Amalia de los Países Bajos iba a celebrarse con una gran fiesta familiar y diversos actos públicos, pero los festejos se cancelaron porque el 1 de diciembre, escasos días antes de este aniversario, fallecía el príncipe Bernardo, padre de la reina Beatriz de Holanda, a los 93 años a causa de un cáncer. La niña, en brazos de su padre, estuvo presente en el último adiós de su bisabuelo. A pesar de que los planes por el cumpleaños de la Princesa no pudieron llevarse a cabo, sí hubo regalos como un poema llamado Aquí estoy que escribió para ella la poeta Johanna Klink
Amalia de los Países Bajos llenó de alegría a todos sus seres queridos con su nacimiento y se convirtió en la gran protagonista de los actos que fueron sucediendo a raíz de su nacimiento. En julio de 2004, con siete meses, acaparó todos los flashes en el posado estival que hizo con sus padres y su abuela paterna en los jardines de la villa italiana Rocco dei Dragoni. Ante las cámaras, y con un vestido celeste, se mostró muy simpática y risueña en esta espectacular residencia situada a pocos kilómetros de Florencia en la que ha pasado gran parte de sus veranos. La casa la adquirieron la princesa Beatriz y el príncipe Claus en la década de los setenta y desde entonces lo convirtieron en el refugio estival de toda la familia
Para la Familia Real holandesa pasar las vacaciones de invierno en la nieve es toda una tradición que Amalia de los Países Bajos experimentó por primera vez en febrero de 2005. En ese debut sobre las montañas cubiertas de blanco, la Princesa, vestida de azul y mirando curiosa a todo lo que ocurría a su alrededor, posaba en brazos de su madre. Como telón de fondo, la estación de Lech Zürs, en Austria, donde les acompañaban también el entonces príncipe Guillermo, la reina Beatriz y los príncipes Constantino y Laurentien.
A lo largo de las dos últimas décadas, su estancia en los Alpes austriacos nos ha permitido ver la evolución de los miembros de la Casa de Orange-Nassau, que han protagonizado momentos para el recuerdo.
El 26 de junio de 2005 Amalia de los Países Bajos se convertía en hermana mayor con el nacimiento de Alexia de los Países Bajos, que llegaba al mundo, al igual que ella, en el hospital Bronovo de La Haya. El entonces heredero al trono posaba con su mujer y sus dos niñas en el jardín de la Villa Eikenhorst, donde contaron simpáticos que su primogénita no había recibido muy bien a la pequeña de la familia sino que estaba algo celosa por no tener que compartir la atención de sus padres. Durante esa primera sesión de fotos de los cuatro, Amalia se mostraba ajena a todo y muy entretenida jugando con un balón. El 10 de abril de 2007 volvía a repetir experiencia como hermana mayor con la princesa Ariane
En 2006, Amalia de los Países Bajos ejerció por primera vez como anfitriona de otros miembros de la realeza, concretamente de Naruhito y Masako de Japón. En ese año ocupaba el segundo puesto en la línea de sucesión al trono porque su abuela aún no había abdicado, pero ya pudo conocer más de su futuro como heredera y de las relaciones internacionales en las que participará especialmente ahora que llega a la mayoría de edad. La Princesa y Aiko de Japón, que es dos años mayor, fueron las protagonistas del encuentro gracias a la conexión que había entre ambas, que no se soltaron de la mano.
Las dos niñas, vestidas de azul, demostraban que eso era solo el inicio de una bonita amistad que sigue manteniéndose a pesar de la distancia que las separa. La reina Máxima es para Masako una amiga de verdad y sus hijas han seguido su estela. A la futura reina de los Países Bajos y la princesa japonesa las une su pasión por el deporte, por la música y su carácter
La primera gran fiesta a la que acudió Amalia de los Países Bajos fue la del 40 cumpleaños de su padre, a la que acudió vestida de rosa, a juego con sus dos hermanas y su madre. Los cinco llegaban al palacio Het Loo, ubicado en la ciudad de Apeldoorn, en un coche de caballos en el que Amalia se mostró encantada, al igual que en la alfombra roja, donde sus travesuras no pasaron desapercibidas. Cinco meses más tarde de lo previsto porque su aniversario es en abril y entonces su hija menor era tenía escasos días de vida, el príncipe Guillermo festejaba el inicio de la nueva década con más de 200 invitados de otras casas reales entre los que se encontraban don Felipe y doña Letizia, quienes entonces eran Príncipes de Asturias
Nada más cumplir cuatro años, Amalia de los Países Bajos inició su etapa educativa. En la imagen aparecen en su primer día de clase junto a sus padres y su profesora, Ans Sikiric-van Keulen. en un aula decorada con motivos navideños de la escuela pública Bloemcampschool en Wassenaar. La Princesa se mostró algo tímida pero también muy emocionada con este importante paso. Sus padres explicaron que ya meses antes de ir a clase había estado practicando la escritura de su nombre y los números. Esta jornada inolvidable para ella comenzó con una presentación, trabajos manuales, juegos en el patio del colegio y también en el interior. En 2015, para la educación secundaria, cambió al Christelijk Gymnasium Sorghvliet en La Haya, donde formó parte del consejo estudiantil
La primera boda real a la que asistió la princesa Amalia fue la de Victoria de Suecia y Daniel Westling, que se celebró en la Catedral de San Nicolás de Estocolmo el 19 de junio de 2010. La heredera sueca es la madrina de bautismo de Amalia de los Países Bajos y esta ejerció como damita de honor en su enlace junto a Vera Blom, Giulia Sommerlath, Ingrid de Noruega, Vivien Sommerlath, Madeleine von Dincklage, Leopold Sommerlath, Ian De Gee, Hedvig Blom y Christian de Dinamarca. Para el gran día, la hija de Guillermo y Máxima, que posaba muy sonriente y tranquila a su llegada, llevaba un vestido blanco y un ramo de flores
Desde pequeña ha sido consciente del importante papel institucional que tendrá en un futuro en los Países Bajos, pero como todas las niñas ha jugado a vestirse como una princesa y ponerse tiaras como las que lucirá a partir de ahora que su papel se intensificará. "Amo las tiaras. Muéstrame una y sabré de dónde viene. Puedo reconocer todas las tiaras de Europa. De niña solía ponerme las de mi madre y también sus joyas”, ha dicho. Como prueba, la fotografía en la que aparece con la ‘Mellerio Ruby’, cuando tenía nueve años
El 30 de abril de 2013 forma parte de la historia de los Países Bajos ya que es el día que la reina Beatriz abdicó, convirtiéndose de esta manera Guillermo Alejandro y Máxima en los Reyes y a Amalia en la heredera al trono. "¿Cuántos años vas a ser Rey? Así puedo apuntármelo en la agenda" fueron las palabras que pronunció la pequeña tras conocer la noticia. La primogénita de los Reyes, que estuvo ensayando con sus hermanas los días previos a la coronación, encabezó el cortejo de la Familia Real holandesa desde el Palacio Real de Ámsterdam hasta la iglesia Nueva en la que su padre fue investido. En todo momento tuvo un papel destacado ya que guió a sus hermanas, Alexia y Ariane.
Desde que era una niña, Amalia de los Países Bajos ha visitado con frecuencia Argentina ya que es el país natal de su madre y el lugar en el que vive buena parte de la familia de la reina Máxima. Habitualmente, en el mes de diciembre la Familia Real se desplaza hasta este enclave de América del Sur para disfrutar de las navidades. Fue en mayo de 2004, cuando apenas tenía unos meses, la primera vez que la heredera al trono holandés estuvo en Argentina, donde recorrió en su carrito las calles de Buenos Aires y disfrutó de la compañía de sus abuelos y su tía
En la imagen, la Princesa de Orange en su caballo, llamado Mojito, de cuyo cuidado se encarga personalmente. "Si realmente me quieres conocer, debes verme cuando estoy con mi caballo. Es en ese momento cuando realmente puedo ser yo”, dice la hija de los Reyes de los Países Bajos, que es una apasionada de la hípica y empezó a montar con solo cuatro años a un caballo llamado Fredje. También practica otros deportes como el tenis, el hockey, la vela y el esquí. Entre su aficiones destacan además el piano y el canto
El 2019 supuso un cambio en la vida de la familia formada por Guillermo y Máxima de los Países Bajos. En enero del citado año dejaron su finca De Horsten, un lugar en el que crecieron las princesas Amalia, Alexia y Ariane. "Han sido quince años muy felices y la vamos a extrañar", decía la Familia Real en su último posado en esta residencia. Se mudaron a unos seis kilómetros: al palacio Huis ten Bosch en La Haya, cuya construcción data del siglo XVII. Durante los meses previos a esta nueva etapa la residencia fue sometida a una profunda renovación.
En junio, escasos meses antes de llegar a la mayoría de edad, Amalia de los Países Bajos vivía un importante momento al finalizar la educación secundaria y graduarse. Además, obtenía la distinción cum laude en sus notas globales, lo cual significa que, según las normas educativas de los Países Bajos, ha conseguido como mínimo, una nota media de 8 en todas sus asignaturas. Fue en 2015 cuando empezó su VWO, uno de los niveles más exigentes y rigurosos de la educación secundaria del país y la única vía para poder acceder a estudios universitarios de investigación. Para celebrarlo, la heredera al trono izó la bandera nacional en el tejado del palacio Huis ten Bosch. Tras esto iniciaba un año sabático que previsiblemente será la antesala a su nueva vida universitaria en 2022
Los meses previos a su mayoría de edad han estado llenos de novedades y cambios para la Princesa de Orange. Ha renunciado a su dotación de casi 30.000 euros al mes tal y como ella misma indicaba en una carta escrita al primer ministro holandés, Mark Rutte. Este mismo político anunciaba tiempo después que podrá ser Reina aunque se case con una mujer y el Gobierno no pondría ningún obstáculo para su acceso al trono en caso de que así fuese. Además, hemos podido conocer más detalles sobre ella en un libro biográfico en el que ha contado aspectos hasta ahora desconocidos de su vida como que cuando se siente sobrepasada acude al psicólogo