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Amalia de los Países Bajos, la primogénita de los reyes Guillermo y Máxima cumple este martes 18 años. Desde su nacimiento está claro su destino: ser la heredera al trono. Para conmemorar esta significativa fecha, la Casa Real ha distribuido varias imágenes de la Princesa realizadas bajo la técnica del claroscuro por Frank Ruiter y tomadas en el Palacio Huis ten Bosch, donde los Reyes viven con sus hijas. En ellas aparece posando de forma muy solemne en varios primeros planos y fotografías de cuerpo entero con un vestido rojo y en otro oscuro con detalles dorados. La mayoría de edad para la Princesa de Orange implica, además, que este miércoles, dará un importante paso, crucial en su camino hacia la Corona, con su ingreso en el Consejo de Estado, un acto que supone un nuevo paso en sus deberes institucionales. Además, la Princesa también ha tomado ciertas decisiones que definen en cierta manera el tipo de reina que aspira a ser algún día. La publicación de un libro autobiográfico en la que se sincera como pocas veces hemos visto a un royal o gestos como la renuncia a su dotación como heredera ya dan pistas de lo que los ciudadanos holandeses pueden esperar.
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Las fotos inéditas del álbum personal de Amalia de holanda
A su recién estrenado mayoría de edad, Amalia no tiene prisa. Tras finalizar sus estudios de bachillerato, ha decidido tomarse un año sabático y aprovechar para viajar, vivir nuevas experiencias y hacer prácticas en alguna empresa, aunque tal vez la crisis sanitaria haya dificultado algunos de estos propósitos. Esta decisión coincidía con el aumento de la dotación mensual que recibe, ya que la ley holandesa establece que al cumplir la mayoría de edad, la heredera debe percibir un total de 1,6 millones de euros anuales en concepto de gastos de personal y materiales. Menos del 20% de esta cantidad, unos 30.000 euros mensuales, se contabilizaría como ingresos de la Princesa. Sin embargo, en junio de este año decidió renunciar a esos 30.000 euros adicionales al menos hasta que termine sus estudios universitarios, que comenzará tras su año sabático. "Me resulta incómodo siempre que pueda ofrecer poco a cambio, mientras otros estudiantes lo tienen mucho más difícil, especialmente en esta época incierta de coronavirus", decía en una carta dirigida al primer ministro, Mark Rutte.
Guillermo y Máxima de Países Bajos siempre se han mostrado con mucha naturalidad, la misma que han transmitido a sus hijas, al tiempo que tratan de proteger su intimidad mientras son menores de edad. El diferente carácter de las princesas ha hecho que la personalidad de Alexia haya logrado traspasar los posados con su característica espontaneidad, mientras que su hermana mayor siempre se ha mostrado más contenida en sus apariciones públicas. Consciente del papel que está a punto de asumir, Amalia de Países Bajos ha dado un paso al frente para mostrarse con total transparencia en una biografía autorizada en la que se abre en canal en un ejercicio de sinceridad, que aunque también en su momento han hecho su padre y su abuela, ahonda en cuestiones ante las que un royal suele pasar de puntillas.
Como si fuera una carta de presentación ante el país que un día va a reinar, la autora Claudia Reij desgrana cómo es la heredera a partir de las entrevistas que mantuvo con ella durante el verano y se dejó muy pocas cosas en el tintero. “Si puedo prevenir una mala situación a través de la diplomacia, si he podido hacer que el mundo sea un poco mejor, entonces estaré feliz. Estoy al servicio de mi país. Doy mi vida por Holanda”, con esta frase que es toda una declaración de intenciones, Amalia cuenta cómo concibe su papel, pero no solamente ha hablado sobre cómo afronta su futuro, también ha dejado al descubierto su lado más personal y también sus vulnerabilidades.
Estar constantemente bajo el escrutinio público ha pasado factura a más de un príncipe y princesa en más de una ocasión. No es fácil lidiar con esa presión como tampoco lo es tener la valentía de admitir que a veces hace falta ayuda profesional para hacer frente a ello. Amalia de Países Bajos ha reconocido en el libro que ha necesitado ir al terapeuta cuando se ha sentido sobrepasada por las circunstancias. También admite no sentirse preparada aún para asumir la responsabilidad de la corona, por lo que en el hipotético caso de que a su padre le sucediera algo, la primera opción sería confiar la regencia a a su madre. La prudencia, la paciencia y el sentido de la responsabilidad parecen ser así una de las características de la personalidad de la heredera que muy probablemente marquen su futuro reinado.