La princesa Beatriz de los Países Bajos, que en enero cumplirá 84 años, ha dado positivo en coronavirus. Así lo ha confirmado la propia Casa de Orange-Nassau mediante un comunicado oficial en el que explican que los síntomas que padece la madre del rey Guillermo Alejandro no son graves. "Su Alteza Real, la Princesa Beatriz de los Países Bajos, dio positivo en coronavirus. La princesa Beatriz se ha hecho la prueba en relación con quejas leves de resfriado. La princesa está en casa aislada y se adhiere a las reglas de vida de las personas que han dado positivo. Se ha informado a las personas que han estado en estrecho contacto con la princesa Beatriz", se puede leer en el texto.
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Este contagio se ha producido escasos días después del viaje de trabajo que la princesa Beatriz ha hecho a Curazao entre el 25 y el 28 de noviembre. Su visita a la isla neerlandesa del Caribe se centró en los 25 años de colaboración entre organizaciones de la naturaleza dentro de la Dutch Caribbean Nature Alliance, actividades de organizaciones sociales y el impacto de la pandemia. De hecho, se reunió con representantes del sector sanitario que están luchando en primera línea en esta etapa de crisis. Además de tener la pauta de vacunación completa desde hace meses, antes de este desplazamiento había recibido una dosis de refuerzo.
La Casa Real no ha especificado hasta cuando estará aislada la princesa Beatriz, pero lo oficial son cinco días si no se presentan síntomas y someterse a un nuevo. En el caso de tener sintomatología, el periodo se alarga a siete días. Sea como sea, va a perderse un momento lleno de significado para la familia: el 18 cumpleaños de la princesa Amalia el 7 de diciembre. Su llegada a la mayoría de edad viene de la mano de un importante paso institucional. Un día después de soplar las velas, la primogénita de los reyes Guillermo y Máxima se incorporará al Consejo de Estado en un acto que tendrá lugar en el salón de baile del Palacio Kneuterdijk de La Haya. Durante esta ceremonia, tanto la princesa de Orange como su padre, en calidad de presidente del Consejo, y el vicepresidente, Thom de Graaf, darán un breve discurso. Aunque ya ha asistido a algunos compromisos oficiales con sus padres y sus dos hermanas, esta cita marca un antes y un después al ser el pistoletazo de salida a su papel de heredera.
El castillo en el que vive
La Princesa, que reinó en los Países Bajos entre 1980 y 2013, pasará los días de aislamiento en el castillo Drakensteyn, que se encuentra en plena naturaleza en el pueblo de Lage Vuursche, perteneciente al municipio de Baarn. En este idílico enclave en el que le rodean 20 hectáreas de bosque, se instaló tras abdicar, dejando de esta manera el palacio de Huis ten Bosch en La Haya al Rey y su familia. Esta residencia tiene una larga historia. Aparece mencionado ya en documentos del siglo XIV. Desde el siglo XIX fue propiedad de la familia Bosch. En 1959 sería vendido por Frederik Lodewijk Bosch a la por aquel entonces princesa heredera Beatriz. Tras someterlo a una profunda reforma, acompañada de su marido y sus hijos, se trasladaría a vivir allí hasta su nombramiento como soberana. Además, muy cerca está enterrado su hijo, el príncipe Johan Friso, fallecido en verano de 2013 a los 44 años. El segundo hijo de la Princesa llevaba un año y medio en coma a causa de un accidente que sufrió cuando esquiaba en la localidad austríaca de Lech.
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