Los Reyes de los Países Bajos presiden un Día del Príncipe sin carroza ni balcón por el coronavirus

Como dicta la tradición, el tercer martes de cada mes de septiembre, los Reyes de los Países Bajos se visten de gala para celebrar el Día del Príncipe o Prinsjesdag. Una jornada histórica que se remonta a 1887 y cuya denominación hace referencia al cumpleaños del príncipe estatúder Guillermo V (1748-1806). En la misma, el monarca de los neerlandeses inaugura con el Discurso del Trono, sentado en ese privilegiado lugar, el año parlamentario y da a conocer el programa del Gobierno. El día coincide también con la presentación de los presupuestos del estado o Miljoenennota, como se conoce en este país

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Tal y como ocurrió en 2020, la pandemia ha impedido celebrar esta fecha con los fastos acostumbrados y los reyes Guillermo y Máxima de los Países Bajos han usado un coche oficial, en lugar de hacerlo abordo de la tradicional carroza de oro (Gouden Koets en neerlandés) para llegar hasta la iglesia Grote Kerk de La Haya, escenario elegido un año más para la alocución del monarca, en sustitución del Ridderzaal o Salón de los caballeros, en castellano, por ser más espacioso y ofrecer una mayor seguridad a los asistentes en el contexto del coronavirus. Tampoco se ha celebrado la tradicional salida de la Familia Real al balcón del Palacio de Noordeinde para saludar a las personas allí congregadas

La reina Máxima de los Países Bajos, que sorprendió mucho con su estilismo en 2019 cuando lució un vestido color burdeos que se adornaba en los hombros con una capelina cuajada de cristales de Jan Taminiau, ha seguido fiel a su personal estilo y ha elegido un look donde combina un cuerpo que se asemeja a un jersey en tono naranja con manga francesa, que ha acompañado de una falda larga y acampanada, confiando una vez más Natan, en una de sus firmas de cabecera. Como complementos se ha decantado por un tocado, ya que la tradición recoge que las mujeres deben asistir con pamela o sombrero. Unos guantes a juego con su top y un bolso de mano de Oscar de la Renta completaban el look

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Los príncipes Constantino y Laurentien han formado parte de la comitiva y han acompañado a los Reyes en una cita tan señalada en el calendario del país. El primer Prinsjesdag del que se tiene conocimiento tuvo lugar el 2 de mayo de 1814. Ya desde 1888 se celebra cada tercer martes de septiembre. Aunque no fue hasta después de la Primera Guerra Mundial cuando se le dio a esta festividad el carácter actual. Durante el Día del Príncipe se habla de los planes para el próximo año de legislatura

Mediante la lectura del Discurso del trono, el llamado Troonrede, el rey Guillermo de los Países Bajos ofrece una valoración sobre el próximo curso político, se habla de esperanzas, ilusiones, promesas y se anima a la ciudadanía a compartir los logros que se esperan conseguir durante el nuevo año. Esta alocución siempre termina con el tradicional leve de koning (larga vida al Rey) al que los presentes en la sala responden con tres ¡hurra!

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La reina Máxima lucía unas joyas acordes a la importancia del día, en concreto un broche de diamantes en forma de lazo, con una gota de citrino suspendido en el centro de la pieza que, según la prensa de los Países Bajos, probablemente proceda de la colección personal de Máxima, ya que no se ha visto con anterioridad ni a la reina Beatriz ni a ninguna otra mujer de la Familia Real utilizarla. Lo ha combinado con unos pendientes a juego, realizados con diamantes y cuarzos en color anaranjado, haciendo así un guiño tanto al apellido  Orange, como al que está considerado el color nacional de Países Bajos

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Marcado por la pandemia, ha habido grandes cambios en la celebración del Día del Príncipe, el más importante es el de escenario ya que, habitualmente, para este acto se utilizaba el Binnenhof​ de La Haya, un complejo de edificios que alberga la sede de los Estados Generales de los Países Bajos, el Ministerio de Asuntos Generales y la oficina del primer ministro. Pero ya en 2020 se decidió cambiarlo por la Grote Kerk para que los invitados puedan sentarse sin problemas de distancia. Además de la totalidad de los parlamentarios, la lectura del discurso la presencian el Gabinete de ministros al completo, los Secretarios de Estado, representantes del Cuerpo Diplomático, así como diversas altas autoridades como los Consejeros de Estado, el Defensor del Pueblo, los miembros del Consejo de la Nobleza holandesa y representantes de la sociedad holandesa. También se ha suprimido el tradicional saludo de la Familia Real desde el balcón del Palacio de Noordeinde, evitando así que se congregen multitudes