El fútbol levanta pasiones y la Eurocopa que acaba de arrancar es buena muestra de ello. Las selecciones nacionales buscan los mejores resultados cada vez que saltan al terreno de juego y para ello, además de talento, hacen falta los tan ansiados amuletos: objetos, personas e incluso aplausos son perfectos para subir la moral de los jugadores e infundirles fuerza. Holanda contó, durante su encuentro con Ucrania, con dos espectadores de excepción que se emocionaron y vibraron con los jugadores. Los reyes Máxima y Guillermo se sentaron en el palco de honor para aplaudir a sus representantes en el torneo y parece que su energía surtió efecto. Holanda se impuso a Ucrania por tres goles a dos, toda una alegría para los aficionados naranjas que llenaron el estadio con sus vítores.
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La princesa Amalia renuncia a su dotación de casi 30.000 euros al mes
Bayeta en mano, sembrando… los reyes Guillermo y Máxima ¡como nunca los habías visto!
Como dos forofos más, los Reyes no pudieron evitar los nervios y fueron sus gestos espontáneos los que les traicionaron. Viendo sus expresiones parece que se escuchan los “¡ay!” y los “¡uy!” que pronunciaron, ¿verdad? Con la bufanda de la selección al cuello, Máxima y Guillermo se unieron al clamor de los holandeses presentes en el estadio Johan Cruyff Arena, Amsterdam, que sufrieron hasta comprobar que el conjunto anotaba su tercer tanto y se imponía al rival.
Su hija renuncia a su asignación
Se une esta a una de tantas ocasiones distendidas en las que se ha podido ver a los reyes Máxima y Guillermo en estas semanas, la última hace solo unos días en la Casa de la Cultura de Paulus, en la localidad de Oegstgeest, al oeste del país, cuando se unieron a la lista de voluntarios de la organización NLDoet. Sin perder un minuto y para estimular la solidaridad de la gente, la Reina se puso los guantes y con una bayeta limpió los bancos del interior de una iglesia convertida en museo nacional. El Rey se encargó de engrasar las paredes de madera y los paneles del gran salón, además de quitar las malas hierbas, cortar los arbustos y sembrar hortalizas en el exterior.
La pareja real acaba de celebrar además la graduación de su primogénita, Amalia, que ha renunciado de manera oficial a la dotación que le corresponde como heredera. Al cumplir la mayoría de edad debía percibir un total de 1,6 millones de euros anuales en concepto de gastos de personal y materiales, de los que unos 30.000 euros mensuales se contabilizaría como ingresos de la Princesa. A través de una carta dirigida al primer ministro holandés, Mark Rutte, confesó además los planes que tiene para su futuro más cercano: "Ayer recibí la noticia de que aprobé mi examen final por lo que espero tomarme un año sabático después de las vacaciones de verano para ir después a la Universidad".