El 14 de febrero está dejando numerosas declaraciones de amor, sorpresas y regalos a lo largo y ancho del mapa, pero son los Reyes de Holanda los que han protagonizado uno de los momentos más románticos del día de los enamorados. Guillermo y Máxima de los Países Bajos, con vaqueros, abrigo, gorro y guantes para resguardarse de las bajas temperaturas, se han fotografiado mientras patinaban sobre hielo en un lugar muy significativo para su historia de amor: el lago que hay en el palacio Huis ten Bosch. En este mágico enclave, con la naturaleza como telón de fondo, han revivido su pedida de mano, que tuvo lugar hace más de dos décadas. "Más de 20 años después, mismo lugar. ¡Disfruta en el hielo!", ha escrito el monarca.
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El rey Guillermo no solo ha querido volver con su mujer a ese lugar que fue testigo silencioso de su compromiso, sino que ha sorprendido a la madre de sus tres hijas (las princesas Amalia, Alexia y Ariene de Holanda) recreando aquel mágico momento que marcó un antes y un después en su relación. Así, se ha arrodillado en el lago helado y ha cogido la mano de la reina Máxima mientras ambos se miraban a los ojos sin poder contener la sonrisa. Una escena que, inevitablemente, habrá trasladado sus recuerdos a aquel 19 de enero de 2001 en el que el entonces príncipe sorprendió a su pareja con un anillo de oro blanco con un diamante naranja.
Aquella pedida de mano fue íntima, pero según recoge Royal Central, Guillermo de los Países Bajos ha hecho alguna vez algún comentario al respecto y ha contado el motivo por el que eligió esta actividad deportiva para preguntarle a Máxima si quería casarse con él. “Fue una hermosa tarde de viernes y pensé, Máxima tendrá que aprender a patinar, porque ¿qué es más holandés que patinar sobre hielo?", decía. También la Reina se ha pronunciado acerca de aquel romántico momento. “Esperaba una propuesta de ir a tomar una taza de chocolate caliente porque había oído que es una tradición holandesa tan importante como el patinaje sobre hielo", contaba divertida tal y como indica el citado medio.
Su historia de amor
El compromiso se mantuvo en secreto hasta el mes de marzo, cuando la reina Beatriz confirmaba la feliz noticia en la televisión holandesa. La pedida de Máxima Zorreguieta y el príncipe Guillermo se celebró oficialmente en el Palacio Real de Noordeinde (La Haya). Dos años antes sus caminos se cruzaron de manera casual durante un viaje a la Feria de Abril de Sevilla, una fiesta en la que los presentó un amigo en común. Sin embargo fue tiempo después cuando iniciaron su relación al volver a coincidir en Nueva York. Desde entonces se volvieron inseparables y su boda tuvo lugar el 2 de febrero de 2002 en la iglesia Nieuwe Kerk de Ámsterdam, donde estuvieron presentes diferentes representantes de las monarquías europeas.