Máxima de Holanda, como tantos otros 'royals', se ha sumado a la tendencia de los encuentros y conferencias virtuales. Algunos de sus actos oficiales tienen lugar desde uno de los despachos del recientemente reformado palacio de Huis ten Bosch, la residencia de la Familia Real holandesa. Hasta ahora conocíamos un rincón de trabajo en el que destacaba la marquetería, el papel pintado y las piezas rompedoras, pero este jueves nos ha mostrado otra de las estancias, esta mucho más clásica y en la que, de nuevo, se presta especial atención a los detalles
Guillermo y Máxima de Holanda ya residen en el palacio de Huis ten Bosch
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Una de las cosas que más llama la atención cuando nos adentramos en este rincón es el conjunto de cuadros de estilo clásico que inunda las paredes. Alegres, con tonalidades pasteles y sin exceso de claroscuro, las obras pictóricas aportan al lugar un toque de elegancia y alegría. Lo cierto es que Máxima de Holanda ha querido expresamente que sus videollamadas de este jueves tengan como fondo estas piezas de arte que recuerdan al estilo de Jan Both y Jenaro Pérez Villaamil y que bien podrían pertenecer a la corriente holandesa más paisajística del siglo XIX. De lo que no hay duda es de que son una muy buena elección
Desde otro punto de vista, lo que capta nuestra atención es que la esposa del rey Guillermo haya colocado tanto su bolso como una de las carpetas en el suelo, junto a ella, algo que no se ve en las otras imágenes. Máxima de Holanda, muy ordenada en lo que se refiere a la mesa de trabajo -en la que se encuentran folios con notas, bolígrafos, un vaso de agua, una bandeja de té o café y el teclado del ordenador-, ha mostrado también que hasta las reinas tienen sus trucos, aunque no a simple vista
Detalle importante en el despacho de la nuera de Beatriz de Holanda es el enorme jarrón de flores amarillas y rosas que reposa sobre una mesita auxiliar junto a uno de los grandes ventanales que iluminan la estancia. En cuanto al recipiente, se trata de una pieza de estampado geométrico y floral en tonos azules y naranjas -color de los Orange por excelencia- que contrasta con el clasicismo y la sencillez del resto de la habitación
En esta ocasión, y en línea con el jarrón de flores, encontramos la espectacular lámpara de araña que domina la estancia y que se sitúa en el centro de la misma. De cristal policromado, cuenta no con velas, sino con pequeñas bombillas flamígeras. Por su parte, al fondo se encuentra una cómoda de madera sobre la que reposan dos candelabros con querubines
Así de espectacular ha quedado la residencia de Guillermo y Máxima de Holanda tras la reforma
Si volvemos a visualizar el despacho desde este punto de vista, nos fijamos ahora en lo que parece una chimenea, situada al lado de la puerta. Sobre ella descansa un reloj de carrillón de sobremesa con motivos labriegos. Los espejos son otros de los objetos que destacan en esta estancia, en la que los muebles son de líneas sencillas. Así, la silla en la que se sienta Máxima de Holanda es de madera y con tapizado en azul.