Las nuevas generaciones de royals vienen pisando fuerte. Habituadas a los flashes desde pequeñas y con una madre como Máxima de Holanda que, además de Reina, es un icono de estilo, Amalia, de 16 años, Alexia, de 14 y Ariane, de 12, tienen en quien fijarse ahora que van dejando la niñez atrás para convertirse en elegantes jóvenes. El último posado de la familia real holandesa en la aestación austriaca de Lech ha dejado fotografías para el recuerdo por la espontaneidad y la naturalidad que destilan, pero también ha sorprendido lo mucho que han cambiado las hijas de las monarcas, que se perfilan como dignas sucesoras del estilo de su madre.
Amalia, la primogénita, guarda un gran parecido con su padre con el que muestra mucha complicidad. La joven luce una larga melena rubia muy juvenil enmarcándo un rostro al que ya sabe sacar partido con el maquillaje, y lleva con mucho glamour el look deportivo formado por pantalón y anorak ceñido a la cintura que complementa con unas modernas gafas de sol. Sus padres aseguran que es muy responsable y protectora con sus hermanas, a las que abraza en casi todas las imágenes en las que aparecen juntas. "Está creciendo muy rápido y bien. Es una hija fantástica. Estoy muy orgullosa de ella”, aseguraba Máxima de Holanda poco ante de su 16º cumpleaños.
La mediana de la familia, Alexia, tienen la misma edad que la princesa Leonor y parece seguir los pasos de su hermana en lo que a estilo se refiere. Con la melena más oscura pero también larga y ligeramente ondulada como Amalia, ya apunta maneras para convertirse en una elegante princesa que, sin duda, ha heredado la sonrisa y la expresividad de su madre. Es aficionada a la moda, al hockey y toca la guitarra. Además, como tantos jóvenes de su edad, tiene su propio perfil en redes sociales en el que dan rienda suelta a su pasión por las últimas tendencias.
Finalmente, la benjamina ya es casi tan alta como su hermana Alexia y derrocha alegría y naturalidad. Ariane es la viva imagen de la felicidad disfrutando de la nieve con sus padres, sus hermanas y sus primos. A sus 12 años aun no ha agotado los últimos sorbos de niñes, pero ya se vislumbra la bella adolescente que llegará a ser. La hija menor de los reyes de Holanda es una apasionada de la música y, como su hermana, también presume de su talento con la guitarra. Durante el posado en las pistas de Lech no ha dejado de lucir una gran sonrisa, que dejaba ver la ortodoncia, tan habitual en chicos de su edad, y se ha mostrado muy cómoda ante las cámaras la igual que sus hermanas.