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Todo llega: el primer deseo de la lista de Guillermo Alejandro y Máxima de Holanda para este 2019 ya se ha cumplido. Desde ayer domingo, la pareja reside oficialmente en el Palacio Huis ten Bosch junto con sus tres hijas, según un comunicado enviado por el Servicio de Información del Estado. La Familia Real holandesa ha estado viviendo desde 2003 en Villa Eikenhorst, en la localidad de Wassenaar, a unos 6 kilómetros de Huis ten Bosch, y aunque se esperaba su traslado en 2014 o 2015, con el relevo en el trono, la puesta a punto del edificio ha retrasado el momento del cambio de residencia hasta ahora.
Año nuevo, casa nueva: Guillermo y Máxima de Holanda comienzan su mudanza
Así avanzan las obras de la nueva residencia de Guillermo y Máxima de Holanda
Cuando las 'Royals' heredan ropa ¡y no solo de sus madres!
Tras el trajín de muebles, vestidos y demás pertenencias del último mes, la Familia Real de Holanda recupera la sonrisa ya instalada en su nuevo hogar, donde ondea el estandarte real de los Orange. Las últimas semanas se habían intensificado las tareas de la mudanza, después de que la Casa Real holandesa hubiera comunicado que el traslado de los Reyes holandeses y de sus tres hijas, las princesas Amalia, Alexia y Ariane, sería inminente. El palacio Huis ten Bosch, que data del siglo XVII, ha sido sometido a obras de acondicionamiento desde 2014, año en que la actual princesa Beatriz lo abandonara, y aún todavía persisten. Los trabajos de renovación del palacio continuarán hasta la primavera, aunque eso sí en zonas alejadas de la parte residencial.
Huis ten Bosch, cuya reforma ha ascendido a los 63 millones de euros, una cifra alejada de la previsión inicial, de tan sólo 35 millones, no solo será la residencia de los reyes Guillermo y Máxima, sino también el escenario de recepciones oficiales, igual que siempre. Uno de los salones del ala oficial de palacio acogió el primer día de la Cumbre de Seguridad Nuclear en 2014, presidido por los flamantes Reyes de Holanda apenas meses después de su investidura. Para las hijas de los soberanos holandeses, el cambio de residencia no supondrá un gran cambio en sus rutinas. El instituto Sorghvliet, al que acuden las princesas Amalia y Alexia, se encuentra muy cerca del palacio, mientras que la escuela Bloemcamp, donde estudia la princesa Ariane, está igualmente cercana. El año empieza bien.
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